En estos últimos días he escuchado ya
dos veces la frase “menos mal, ya creíamos que no eras humano”,
frase asociada a alguna muestra mía de enfado, decepción,
desilusión... Vamos a ver, yo me considero un felicísimo de la
vida, un motivado, un flipao, un soñador, incluso a veces estúpido
y gilipollas. Obviamente que soy humano, me duelen las cosas y me
canso como todo el mundo, por cierto menuda paliza nos dimos ayer en
las clases de aéreos de Carampa, muy cracks!, yo también siento
dolor, sangro y me agoto como todos.
Que yo sea un perfeccionista (me lo
estoy tratando) y me empeñe en ser perfecto, impecable y no expresar
la parte que no me gusta de mi no implica que no me afecten las
cosas. Me cabreo, me decepciono, me desilusiono, me desmotivo y me
agoto como todos. Quizá la diferencia es cómo respondo a eso y cómo
lo expreso, lo que no me gusta lo evito o intento solucionarlo. Como
me cabrean determinadas cosas intento no hacerlas yo, como me jode
que me decepcionen intento no decepcionar a nadie, como me jode
desilusionarme y desmotivarme me creo mis herramientas para
solucionar eso, por eso desarrollamos todas las herramientas que
ofrecemos con QuiroTao, porque las he necesitado y las uso a diario!
Curiosa una reflexión que me
compartieron anoche, la motivación no es un estado natural, por eso
se agota, es un estado elevado que nos permite ser más de lo que
somos normalmente. No sé, como flipao de la vida creo que sí se
puede vivir en alto rendimiento, no sé no dar el 100% de mí, no sé
funcionar a medio gas, por eso si algo no me motiva no quiero seguir
haciéndolo, porque siento que estoy perdiendo el tiempo de hacer
otra cosa que me permita estar al 100%. No os recomiendo esta
actitud, aún estoy cuestionándome si es lo más acertado, y como
siempre, quizá no todo valga para todos, nada es ideal para todo el
mundo.
Yo aún no he encontrado la manera de
ser un felicísmo de la vida a todas horas, ni un motivao, ni un
crack siempre. Nos caemos, nos equivocamos, hacemos las cosas mal, y
supongo que nos da rabia esas cosas, estoy a favor de encabronarnos
por un rato y soltar toda esa rabia sin daños colaterales a ser
posible. No estoy a favor de quedarme en eso, es como el cuento del
plato, “Rompe un plato, ahora pídele perdón, ¿se arreglo? Pues
eso, sólo pedir perdón no arregla las cosas”. Cabrearse y soltar
rabia está bien para no acumularlo dentro, si somos super cracks y
podemos transmutar esa rabia en algo mejor, felicidades, es una gran
solución. Que las cosas no sucedan como nosotros esperamos puede
enfadarnos, es humano tener expectativas, y que nos enfade no
alcanzarlas, ¿porque todos aquí somos humanos verdad? ¿Hay algún
ornitorrinco leyendo esto? Molaría, jajajaja.
Insisto en el valor de nuestras respuestas, tanto para los demás, como para nosotros mismos.
Nuestras respuestas ante lo que nos pasa, por dentro y por fuera. Si
tenemos mente y corazón creo que es para usar ambas cosas, lo de ir
por la vida siguiendo sólo nuestros sentimientos... aún no lo veo
claro. Creo que está muy bien que tengamos un poquito de filtro, que
sepamos elegir qué hacer con nuestros sentimientos, quizá
expresarlos tal cual llegan no es lo mejor, quizá matarlos tampoco
es la solución. Podemos reconocernos, que nos equivocamos, que nos
duelen las cosas, y después decidir qué vamos a hacer con lo que
sentimos. Si somos responsables de haber roto algo y de verdad nos
importa, pedir perdón es el primer paso, pero no el último ni el
único, ¿qué vamos a hacer para repararlo? Si nos hemos dado un
bofetón y nos ha dolido... ¿qué vamos a hacer ahora? ¿Quedarnos
en el suelo toda la vida sin movernos para no volver a caer?
Me revienta equivocarme y que las cosas
no salgan siempre como yo imaginaba, ¿el bofetón ha sido tan grande
como para no volver a ello? ¿Por la caída se han roto tus ganas de
seguir? Pues muy bien, sangra, límpiate, maldice un poco si quieres,
y cuando te hayas recuperado, física, mental y emocionalmente sigue
con tu vida. Ah! Si has aprendido algo en el proceso, eso que te
llevas!! Eso que nos llevamos siempre, ganemos o perdamos, siempre
podemos aprender, normalmente aprendemos más de lo que hacemos mal,
así que no nos tomemos tan a la tremenda nuestros errores,
centrémonos en nuestra respuesta. Dice una frase “He aprendido
tanto de mis errores que estoy pensando en cometer unos cuantos
nuevos”, eso también es muy interesante, cometer y aprender de los
errores, y a ser posible, que sean nuevos errores. Lo de repetir
errores... como también dice otra frase “Yo nunca cometo el mismo
error dos veces, lo hago cinco o seis veces para estar seguro”,
cada uno que escoja su estilo, y si puede ser, que nos ayude a
disfrutar la vida! :)
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