domingo, 21 de junio de 2015

Aprender jugando

Existen varios estudios acerca de la importancia del juego para el desarrollo del cerebro y todas las habilidades humanas y animales. Hay cosas que hacemos simplemente porque son divertidas, porque nos hacen bien, y luego quizás te intereses en por qué te hacen bien o por qué te divierten. Quizás no te hagas tantas preguntas y simplemente disfrutes de la vida, creo que es una gran opción. A mí la curiosidad me lleva a intentar comprender la vida, y dentro de la vida, intentar comprender la diversión y el aprendizaje, la felicidad y la salud, el humor y el amor...


A mi me gusta jugar porque jugar es divertido, y pienso que quizás la gracia y el objetivo de la vida está en que vivir es divertido. Puede parecer banal dedicarse a la diversión, habiendo cosas más serias y aparentemente más importantes, ¿o no? Parece que está bastante claro que nacemos para morir, parece que tarde o temprano llegará un día en que toda esta experiencia de la vida llegue a su fin, y como apasionado de la calidad de vida pronto empecé a interesarme científicamente por todo lo que suma a nuestra calidad de vida y todo lo que resta calidad a nuestra vida.


Nuestro cerebro es el gran director de nuestra vida, y como ya postulaban los griegos “Mens sana in corpore sano” es el camino para una gran vida. Que parece que de la frase tengas que quedarte sólo con lo de hacer deporte, las dos cosas son necesarias un cerebro y un cuerpo sano. ¿Y cómo se entrena el cerebro? El cerebro se alimenta de aprendizaje, le atrae la novedad y se desarrolla como podamos desarrollar cualquier habilidad: con la práctica y el uso. Si sólo le ofrecemos novedades constantemente lo mantendremos entretenido pero no lo desarrollamos. Que quizás sea lo que pasa cuando hacemos zapping en la tele, o cuando revisamos las novedades de las redes sociales... nos entretenemos por un rato, pero al finalizar nos cuesta recordar algo relevante o útil de este proceso, quizás no hayamos aprendido nada, quizás no hayamos entrenado ni desarrollado nuestro cerebro ni un poco.

Personalmente creo que el aprendizaje es divertido, podemos hacerlo tedioso y aburrido, eso lo considero simple repetición. Hay ocasiones en las que tenemos que aprender (o retener temporalmente) cosas que no nos interesan en absoluto y es ahí cuando opinamos que estudiar es aburrido; cuando estudiamos lo que nos gusta e interesa no lo consideramos aburrido. Cuando hacemos algo que nos interesa nuestro cerebro entra en un estado especial en el cual el transcurso del tiempo lo percibimos de manera diferente, nuestra atención y dedicación son tales que nuestra experiencia de esta actividad es diferente. A este estado, Mihály Csíkszentmihályi, investigador y profesor de psicología positiva lo ha denominado estado de flujo, fluir o flow. Un estado muy interesante que todos habremos experimentado en alguna ocasión cuando nos concentramos tanto en algo que el tiempo nos pasa desapercibido.


¿Qué relación tiene esto con el juego? Pues que el juego es una de las maneras más efectivas para conseguir ese estado de flujo para el aprendizaje. El juego tiene muchas características que lo hacen especialmente favorable para alcanzar el estado de flujo y por tanto facilita el aprendizaje y desarrollo del cerebro. Una de las principales características beneficiosas del juego de cara al aprendizaje es su rápida o inmediata puesta en práctica de lo aprendido. En cuanto aprendes algo nuevo lo pones en práctica, no lo tienes que memorizar para practicarlo dentro de un tiempo más o menos prolongado, sino que lo aplicas en corto plazo. Y la práctica es la madre del aprendizaje y el dominio de algo. Otra de las ventajas es que el juego genera nuevas variaciones o situaciones, de modo que lo aprendido lo pones en práctica en diferentes condiciones y no solamente en las condiciones ideales o las descritas en un inicio. Realizar algo en diferentes condiciones nos ayuda a progresar en su dominio.

Para mí una de las mayores ventajas del juego es que nos permite experimentar sin poner en riesgo nuestra integridad personal o emocional. Todos tenemos miedo de fracasar en un examen académico o una práctica laboral, pero nadie sufre del mismo modo una equivocación durante un juego. Total, no importa, es sólo un juego. De este modo nos permite experimentar y aprender a partir de los errores sin que esto cause un alto impacto negativo en nuestra persona. Jugando podemos probar diferentes acciones, roles, respuestas... y aprender de todas estas experiencias. ¿Quién se avergüenza de cometer un error académico o profesional en público? ¿Quién se avergüenza de tener que repetir un nivel de un juego porque no supo resolverlo a la primera?



Hay más ventajas del juego expuestas en un artículo de laimaginadora.com que podéis leer pinchando aquí. Puedes jugar y argumentarlo con muchos motivos serios y productivos, y también simplemente podemos jugar porque jugar es divertido, porque suma felicidad y calidad a nuestra vida, porque nos reímos y nos sentimos bien jugando. A disfrutar la vida!

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