En anteriores entradas he comentado los casos de desamor, y pérdida de autoestima por ello, así como los casos de idealizar a las personas y elevarlas en un pedestal. Bien, si es cierto que pienso y creo que no todos somos iguales, me refiero a ser iguales en gustos, ritmos, intereses y demás, sí creo que todos somos iguales en valía humana. Sé que puede parecer difícil de aceptar, y a muchos se os ocurrirán unos cuantos ejemplos de personas que no valen lo mismo que vosotros ni de lejos, bueno, puede ser que algunos se hayan ganado esa consideración a pulso.
Desde hace unos días le estoy dando varias vueltas al asunto de las relaciones humanas, quizá porque es algo que hacemos todos los días, el relacionarnos me refiero, quizá porque estoy conociendo nuevos casos y ejemplos estos días y la humanidad no deja de sorprenderme. Creo que hace mucho tiempo mi padre me dijo en una ocasión, “el ser humano se hace humano en la medida que se relaciona con otros humanos”, considero que es bastante cierto. Cuando nos aislamos perdemos cierta parte de nuestra humanidad, creo que somos seres sociales, biológica y evolutivamente hablando, no somos solitarios por naturaleza. Es por ello que ya que me interesa el ser humano es lógico que me interese también comprender cómo se relaciona, y muchas de esas relaciones están influenciadas por ese concepto denominado amor. Haceros los despistados si queréis, pero es un tema que también os interesa y mucho, sólo hay que ver las estadísticas del blog, son las entradas más visitadas.
Bueno, pues estos días le estoy dando vueltas a las posiciones relativas de las personas en las relaciones que establecen, de todo tipo, de amistad, de trabajo, de deporte, de pareja, de familia... ¿Cómo nos situamos respecto a otras personas? ¿nos creemos superiores, inferiores, iguales? No son muchos los casos de igualdad que he encontrado, quizá no sean situaciones fijas, pero normalmente observo desniveles en las relaciones. Tendemos a no considerarnos al mismo nivel que determinadas personas, tanto por encima como por debajo. Aquí hay un chiste malo que me veo obligado a contar, “Arriba las mujeres!! Se mueven mejor!!”, ya está, es un hecho.
El lugar de la mujer es en lo alto
Os hablo de mis casos particulares para que nadie se sienta identificado ni penséis que estoy filosofando por filosofar. En cuanto a las relaciones de pareja, y no entro en otros tipos de relaciones porque sino no acabo de escribir nunca, creo que pasa bastante lo de la desigualdad, y tampoco me parece óptimo. Cuando endiosamos a una persona y la elevamos en un pedestal, nosotros solitos nos hemos colocado a diferente nivel que la otra persona, por debajo de ella, y ésta no ha tenido nada que ver, todo ha sido cosa nuestra. Y cuando nos enamoramos lo hacemos mucho, está muy bien ver a la otra persona como una deidad en carne y hueso, que está genial, si yo estoy de acuerdo, que seguro que es un ángel bajado del cielo, ¿pero acaso nosotros no lo somos también? Siiii, quizá es la primera vez que os lo dicen, revisad entonces con quien os relacionáis, ladies and gentlemen, somos unas maravillas de la vida, es un hecho, lo que pasa es que en la escuela quizás se olvidaron de explicárnoslo, ya lo solucionaremos.
Cada persona, a nivel biológico es un milagro con patas, no sois conscientes de la cantidad de actividades milagrosas que desarrolla vuestro cuerpo a cada segundo, una pasada. A nivel psicológico, otra pasada, fascinante vuestra mente, del modo que la tengáis desarrollada, da igual, no hay otra igual, y lo mejor de todo, ni la habrá nunca. Cambia a cada segundo, se renueva a cada momento, con lo cual si os queréis liberar del condicionamiento del pasado, simplemente recordad que habéis elegido mantenerlo vosotros. Nuestra mente cambia a cada segundo y en cada momento podemos elegir ser lo que queramos ser, siempre es un buen momento para empezar a ser lo que queremos ser.
Bien después de esta breve disertación sobre la plasticidad neuronal, me puede el bio friki que llevo dentro, volvamos a las relaciones de pareja. Creo que las relaciones más sanas se establecen entre personas que se consideran semejantes, que se consideran igual de validas y valiosas.
El otro día me hicieron una pregunta muy inocente a simple vista, que desató toda esta reflexión: ¿te consideras digno de ser amado? Cada uno que se la responda como quiera, en mi caso creo que sí, mi duda fue ¿digno de ser amado por quién?. Entonces es cuando me dí cuenta de nuevo de la situación de desigualdad. Y al igual que en las relaciones laborales, en las sentimentales también es perjudicial la desigualdad. Nos regalamos, aceptamos y damos por normales situaciones o comportamientos que no lo son, situar nuestra valía a diferente nivel que el de otra persona conduce a relaciones nocivas.
Pensarlo un poco, ¿os consideráis igual de valiosos?, como personas, no quizá como deportistas, profesionales, intelectuales, cocineros, y demás papeles, sino como personas, ¿os consideráis igual de valiosos que vuestra pareja o persona amada? Y en caso que no sea así, ¿por qué no? Todos tenemos un tiempo y unas habilidades en esta vida, y no somos iguales porque no lo hemos invertido igual. Pero a nivel humano, no deberíamos considerarnos inferiores ni superiores a nadie, diferentes sí, pero sin desniveles. Pensad en todo lo que somos capaces de ofrecer al mundo, sea lo que sea lo que nosotros aportamos, no hay nadie que lo haga igual, incluso haciendo uso del topicazo, nadie será capaz de amar como nosotros amamos, no nos situemos por debajo de nadie.
Y, ah, un dato curioso, quizá sólo nosotros seamos capaces de ver tan maravillosa a esa persona, que nos olvidamos que esa persona igual no es capaz de verse así. Y más gracioso aún, que también se han dado casos, quizá esa otra persona nos vea a nosotros tan maravillosos que no se considere a nuestra altura. Ladies and gentlemen, el maravilloso mundo de la comunicación, sentaros a hablar y comunicaros. Por favor, por nuestro bien y el del resto del planeta, no nos consideremos inferiores a nadie, todos tenemos un gran valor, sino, no estaríais aquí leyendo esto! ;)
Mil gracias por todo, a disfrutar la vida y las relaciones sanas entre iguales!! :)
Y, ah, un dato curioso, quizá sólo nosotros seamos capaces de ver tan maravillosa a esa persona, que nos olvidamos que esa persona igual no es capaz de verse así. Y más gracioso aún, que también se han dado casos, quizá esa otra persona nos vea a nosotros tan maravillosos que no se considere a nuestra altura. Ladies and gentlemen, el maravilloso mundo de la comunicación, sentaros a hablar y comunicaros. Por favor, por nuestro bien y el del resto del planeta, no nos consideremos inferiores a nadie, todos tenemos un gran valor, sino, no estaríais aquí leyendo esto! ;)
Mil gracias por todo, a disfrutar la vida y las relaciones sanas entre iguales!! :)
PS: Si aún tenéis ganas de leer más, os dejo también mi reflexión sobre las relaciones laborales:
Mi relación con mis jefes o superiores laborales. Llevo unos 13 años trabajando en diferentes puestos y empleos, como ya sabéis lo del empleo fijo, estable y rutinario parece que no va mucho conmigo. Bien, pues quizá la facilidad de cambiar de trabajo, o la confianza en que no me faltará trabajo, es lo que me ha permitido relacionarme con muchos jefes y observar nuestras posiciones relativas. Normalmente suelen ser jerárquicas y verticales, no estamos a la misma altura, los jefes mandan, por tanto están por encima de nosotros. Esto no significa que valgan más como personas que nosotros, laboralmente tendrán más responsabilidad en ese momento, eso es todo.
Lo que he observado en los casos en los que nos situamos a diferente nivel, es que se trabaja peor, y si lo que queremos es desarrollar un buen proyecto, suele funcionar mejor cuando nos situamos a la misma altura, no de responsabilidades, pero sí quizá de valor humano y de importancia a la hora de desempeñar el trabajo. Tenerle miedo a un jefe es muuuuy perjudicial para la empresa, porque no te atreverás a llevarle la contraria cuando no estés de acuerdo, o no te atreverás a preguntar cuando no entiendas algo, o a sugerir cosas cuando se te ocurran. Muy perjudicial para el proyecto que haya situaciones de desigualdad o la sensación de la misma.
Esto es algo que muchas empresas ya llevan un tiempo trabajando, porque se han dado cuenta que los proyectos funcionan mejor cuando las personas colaboran que cuando son dirigidas... interesante, algunas empresas me parece que lo están haciendo muy bien desde mi punto de vista. En mi experiencia, cuando me he sentido a diferente altura que mis compañeros de trabajo creo que no hemos desarrollado tan buen trabajo como cuando nos considerábamos semejantes. Esto en cuanto al trabajo, puede ser una reflexión interesante para un responsable de un equipo de trabajo, crear y mantener un ambiente de semejanza de importancia y valía en el equipo.
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