Ayer durante un viaje en autobús iba
hablando con una de mis compañeras de aventura de estos días. Ella
es profesora americana de español y periodismo en Texas, hablábamos
sobre el valor y el precio de las cosas. Sobre la extraña sociedad
en la que vivimos que valora más unas cosas sobre otras... en
concreto hablábamos sobre el poco valor que parece que se le da a la
educación en nuestro país y parece que también más allá del
charco.
Hace 50 años, mi abuela, maestra rural
de un pueblecillo de Salamanca, era respetada y muy valorada por
todos; ahora, nuestros maestros y profesores se encuentran en
situaciones bastante lamentables. No sabemos como hemos podido
desvalorizar tanto la educación, tanto pública como privada, cómo
es posible que los educadores hayan llegado a perder tanto prestigio,
respeto y valor, cuando para nosotros desarrollan una de las tareas
más importantes para la sociedad, educar, enseñar, transmitir
conocimientos, crear aprendizajes.
No sólo es las faltas de respeto que ahora padecen, sino también lo poco que se valora y aprecia su trabajo.
En esta sociedad que parece que el único patrón que rige es el
dinero, los sueldos de maestros y profesores, no nos parece que sean
acordes a la importancia del trabajo que desarrollan y la
responsabilidad que adquieren.
Pensando sobre ello llegamos a una
hipótesis, puede que sea consecuencia de las leyes del mercado,
oferta y demanda. Hay exceso de oferta, por tanto baja el precio de
lo ofertado. Lo mismo pasa con el salario mínimo en España, por los
suelos, hay saturación de mano de obra y por tanto pueden bajar los
salarios, porque como tanta gente quiere trabajar, habrá quienes
acepten esos sueldos tan bajos. Creo que una vez leí que no se ha
abolido la esclavitud, sino que se ha puesto en nómina.
La ley de la oferta y la demanda, es
una de esas cosas que deberíamos aprender para manejarnos en las
junglas que nos ha tocado vivir. De pequeño mi padre me contaba, si
viviéramos en la selva te enseñaría a cazar y protegerte de las
fieras... pues aquí lo mismo pero de otro modo, te enseñaré a
sobrevivir en esta selva y que aprendas a manejarte y entender los
ciclos que rigen aquí la vida.
Si no eres parte de la solución eres
parte del problema, bueno, esa frase creo que la hemos oído algunas
veces y no es muy animosa. Me gusta más a la inversa, Si no eres
parte del problema, eres parte de la solución. Todos tenemos nuestro
granito de arena y lo ponemos en la balanza que queremos. Hablando
sobre cómo podríamos haber llegado a esta situación buscamos
también alguna similitud con algunos otros problemas.
Para nosotros los españoles, el más
que conocido problema de la burbuja inmobiliaria. Creo que fue
hablando con Joan Melé, el de Triodos, o leyendo su libro... no lo
recuerdo, según mi memoria gracias a él tengo una nueva manera de
ver el problema de la burbuja inmobiliaria. La idea es la siguiente,
en España se ha estado realizando durante un tiempo la compra venta
de casas como manera de ganar dinero. Compras a un precio y vendes
más caro, así ganas dinero. Y a todos nos parecía bien, nos
hacíamos más ricos... o no?? Pues creo que la anécdota es la
siguiente, al vender tu casa más cara, aparte de ganar un dinero, lo
que también estás haciendo es dificultar a tus hijos que puedan
independizarse, porque estás colaborando a subir el precio de la
vivienda... Interesante manera de pensar un paso más allá de lo
inmediato y obvio, si?
Esto siempre me lleva al mismo problema
de falta de trabajo en España, o falta de contratos, o lo que sea...
cuando compramos por internet, por ahorrarnos unos euros, qué
estamos haciendo? A qué más contribuye esto?? Pues a que China siga
creciendo, a que desaparezcan las tiendas pequeñas... cuando bajamos
a comprar cosas a los chinos, cosas baratas, de mala calidad, de usar
y tirar... a qué estamos contribuyendo?? Cuando compramos en los
grandes mercados extranjeros?? Tenemos parte de la responsabilidad de
dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí. Nuestros actos
tienen consecuencias, como leía hace poco, la plantación es
voluntaria, la cosecha obligatoria.
Nuestro dinero es nuestro voto diario
en esta sociedad dirigida por los mercados. Seamos conscientes de las
consecuencias de nuestros actos, más allá de las evidentes y las
inmediatas, a veces está bien pensar un poco más en qué efecto
tienen nuestras acciones. Podemos cambiar el mundo, euro a euro, día
a día, persona a persona.
Tenemos nuestras manos y nuestras
acciones, lo que hagamos con ellas depende de nosotros. ¿A dónde
queremos llegar? ¿Qué queremos para nosotros y los que vengan
después? Creo que es bastante agradable pensar que si no somos parte
del problema, somos parte de la solución :) A disfrutar de nuestra vida!! :)
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