sábado, 21 de diciembre de 2013

Defecto o exceso de información


Elegimos entre lo que conocemos, sé que suena obvio, como tantas otras cosas importantes que por obvias las ignoramos. Elegimos entre las opciones que conocemos, aquellas que contemplamos, las que creemos posibles o que están a nuestro alcance, y siempre hay más. Más opciones que a veces no conocemos, que no creíamos posibles, que no se nos habían ocurrido, que se nos habían olvidado... Creo que el reto de nuestro tiempo es aprender a elegir, y también saber manejarnos entre tantas opciones e información.

Quizá hubo un tiempo en el que había falta de información, ya no es ese tiempo. Ahora la información está a un solo click, todo internet y su incontable cantidad de información está al alcance de quien tenga un ordenador, y cuantos más idiomas entiendas más información accesible tienes. Esto es un nuevo reto, gestionar adecuadamente tanta información. Porque información no significa lo mismo que conocimiento. Igual que conocimiento no es lo mismo que sabiduría.


Información son los datos, conocimiento es saber qué significan o para qué sirven esos datos, y sabiduría es hacer el mejor uso de ello. Creo que hay un frase que dice algo así como “Saber que el tomate es una fruta, es conocimiento. Sabiduría es no usarlo en una ensalada de frutas” Esto ha sido así por mucho tiempo, hoy por hoy con la innovación culinaria cualquier día vemos tomate en ensaladas de fruta...

Cuando mi padre era joven se le planteaban quizás menos opciones de vida que las que se plantean a los jóvenes ahora. Ir a hacer la mili sí o sí, luego seguir trabajando en el campo, ir a probar suerte a una gran ciudad o estudiar la única carrera que había en la ciudad de al lado del pueblo. Y eso porque él era afortunado, que los había que no tenían tantas opciones. Hoy las opciones que se nos plantean son casi infinitas, incluso no habiendo trabajo en España, se nos plantea la situación de tener que elegir entre varios países del mundo, siempre que dominemos algún idioma extranjero y tengamos algo de dinero o algunos amigos allí. Sino siempre nos queda movernos por España o probar suerte en latinoamérica. Creo que las opciones que tenemos hoy en día son mucho mayores que hace 30 años, aunque algunas cosas parece que aquí están volviendo a esos tiempos...


Ahora los jóvenes (y los no tan jóvenes) se pueden ver paralizados, entre otras muchas cosas, por las dos situaciones posibles: defecto o exceso, de información y de opciones. O bien no tienen información y opciones suficientes o por el contrario tienen exceso de ambas. Y como ya decían los antiguos filósofos tan malo es el defecto como el exceso, la virtud está en el término medio entre los dos extremos. Podemos luchar por cambiar esto, podemos renegar y enfadarnos por esta situación actual, o podemos aprender a manejarnos en estos tiempos que nos ha tocado vivir. Aprender a manejarnos no significa someternos a ellos, significa desenvolvernos bien en ellos y si queremos, ejercer nuestro efecto en ellos para cambiarlo.

No bloquearnos ante la aparente falta de información y opciones, recordar que siempre hay más donde elegir, así que podemos seguir buscando, contactando con personas y ampliar nuestra visión preguntando, inventando incluso nuevas opciones. Más en el mundo laboral, cada día surgen nuevas profesiones, trabajos y servicios, modificaciones de algunos ya existentes o mezclas de ellos.


Y para el caso del exceso, tendremos que acotarnos nosotros las opciones, usar un juego de filtros para conseguir ir reduciendo el inmenso abanico de opciones hasta quedarnos con una cantidad que podamos manejar sin agobios y hacer una buena elección entre el repertorio final. Para ello podemos elegir en función de nuestros valores, para ello primero tendremos que saber cuales son nuestros valores, y luego ordenarlos por importancia. Una vez hecho esto podemos puntuar las diferentes opciones en función de lo acordes que sean con nuestros valores principales y así podemos organizarlas por importancia.


También podemos seguir haciendo un buen uso del magnífico sistema de recomendaciones a la hora de escoger. Creo que estamos caminando hacia un futuro que estamos construyendo basado en la confianza, me encanta. En este sistema de confianza el valor viene dado por las referencias y valoraciones que dan de las cosas las personas en las que confiamos. Esto ya es así, el dinero es un sistema de confianza. El dinero se usa porque la mayoría de las personas han aceptado dar valor y confianza a ese papel con números y letras, si dejáramos de confiar en ello, perdería todo su valor. No tiene valor por si mismo, tiene valor porque nosotros se lo concedemos. Y lo mismo con todo. Pocas cosas tienen valor por sí mismas, casi todas reciben el valor que nosotros le concedemos... Ya seguiré con esta idea en próximas entradas.

Ejemplos de opciones y recomendaciones que nos facilitan la vida podemos ver en las entradas Cambiando el mundo y Disfrutando y cambiando el mundo. El futuro no es algo que nos llega, es algo que traemos al ahora, así que... a por ello!! A disfrutarlo!! Feliz día :)


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