Hoy pensaba sobre las diferentes
maneras que tenemos las personas de encajar los golpes de la vida,
golpes definitivos o giros inesperados. La manera de soportar
accidentes y desgracias, contratiempos, situaciones inesperadas o
negativas. Recordé este vídeo de Rocky Balboa, es cierto que la
vida golpea duro, nada golpea más duro, ni más rápido ni de modo
más inesperado.
Me maravilla la capacidad de las
personas de seguir adelante después de soportar un duro golpe. No
hablaré de todas las personas que no vuelven a levantarse, de
quienes dejan que un golpe, o la suma de varios les agoten las ganas
de vivir. No puedo hablar de lo que no entiendo, hablaré de lo que
entiendo. Me maravilla cómo las personas siguen con su vida, o
aparentan seguir normalmente con su vida después de recibir golpes
duros. Me gusta la frase que dice, “No es la carga lo que te vence,
sino la manera de llevarla”. Es asombroso cómo pueden llegar a
recomponerse las personas.
Llevo gafas, y tuve que aprender a
recibir golpes con o sin ellas, y duele pero cura, con suerte ni el
dolor ni el daño es definitivo, siempre que sea físico; otra cosa
es el mental. Hay un proverbio chino que dice “Un palo puede dañar
la carne, pero las palabras nocivas pueden dañar el hueso”. Eso lo
aprendí rápido, y pronto lo puse en práctica. Antes de pelear en
la calle solía minar la moral de mi contrincante con palabras
ingeniosas e hirientes, parecido al estilo de las peleas entre piratas de Monkey Island. Si conseguías confundirle, desquiciarle, o
mejor aún, despojarle del apoyo y ánimo de sus amigos, la pelea
estaba muy a tu favor. Nada les confundía y aturdía más que ver a
sus supuestos amigos riéndose de él, cuando no contaban con el
apoyo de sus compañeros solían desinflarse o actuar torpemente.
No vamos a hablar de la capacidad de
hacer daño, sino de la capacidad de soportarlo, de esquivarlo, de
encajarlo. Incluso mejor, de interpretar lo que sucede del modo menos
dañino. Ya sabemos que la vida no es como es, sino como nos la
explicamos. Por ello, la pauta explicativa, la manera que tenemos de
contarnos lo que sucede a nosotros mismos es una de las principales
herramientas mentales que puede atormentarnos o permitirnos disfrutar
de la vida en casi cualquier situación. Vemos la vida como somos, no como es.
La manera de soportar los golpes, la
resiliencia quizás, es muy admirable, pero a mí me gusta mucho más
la capacidad de reconstruir nuestra ilusión por la vida después de
levantarnos. La capacidad no sólo de seguir adelante después de
recibir un golpe, sino de hacerlo con el ánimo casi intacto, no diré
ya reforzado... Dicen que la actitud emprendedora es ir de fracaso en
fracaso sin perder el ánimo hasta alcanzar el éxito, habrá quien
lo considere un actitud insensata o infantil. No sé qué tiene de
malo ser infantil en según que cosas, pienso que es una pena perder
muchas de las cosas buenas de la infancia a medida que crecemos. Creo
que comúnmente se confunde madurar con ser más gris, ya
desarrollaré esa idea en otro momento.
Bien, simplemente compartir esta
reflexión, si ponemos en perspectiva los golpes de la vida, quizás
nos parezcan más llevaderos, menos fulminantes. Es algo que
aprendemos a medida que tenemos experiencias y las superamos, y algo
que se tiene muy asumido normalmente en el deporte. Los golpes son
habituales, quedarse en el suelo después de ellos no lo es. En un
partido llevarse golpes entra dentro de lo esperado, forma parte del
partido, y la manera de reaccionar ante ellos está también
entrenada, te levantas, y si puedes continuar sigues sin darle
importancia, no te paras a rumiarlo.
Si asumiéramos que en la vida nos vamos a llevar golpes quizás no le diéramos tanta importancia al hecho de recibirlos. Ni intentar esquivarlos a toda costa o intentar entenderlos y justificarlos, a veces vienen sin más, a veces son errores, muchas veces no tienen sentido ni justificación que podamos encontrarles, y no por ello deberíamos dejar que afectaran a nuestra vida y nuestro ánimo. Pienso que podríamos incorporar esta manera de actuar en el deporte a la vida diaria.
Todo esto lo escribo porque llevo tres
días con una contractura en la espalda que me tiene muy reducida la
movilidad y entonces leo mucho y pienso otro tanto. No es un golpe
duro, ni nada que vaya a afectarme demasiado, es algo habitual, y
como tal, sé cómo comportarme en estos casos. ¿No me puedo mover
mucho? Bien, haré otras cosas, la vida está llena de cosas
interesantes para hacer mientras recupero mi movilidad, una de ellas
es aprender a valerme con otros movimientos.
Pensad ¿si los golpes forman parte del
juego de la vida, cómo te los tomarías? Nuestros pensamientos
determinan la calidad de nuestra vida, tómate el tiempo necesario para
optimizarlos, tienes mucha vida por delante para disfrutar! :)
Muy interesante la reflexión de hoy, quizás porque ha sido como cuando piensas en encontrar la solución a algo que estas rumiando( como la vaca de tu cuento) y decides algo tan tonto como encontrarla al abrir un libro y leer lo primero que aparezca, eso mismo me ha ocurrido con tu entrada de hoy. Me quedo con el cuento final y la última frase:"Nuestros pensamientos determinan la calidad de nuestra vida, tómate el tiempo necesario para optimizarlos". Gracias y recupérate pronto.
ResponderEliminarGracias por tus palabras! Me alegra que te hayan sido útiles :) Sigo recuperándome poco a poco, me cuesta estarme quieto mucho tiempo :) Gracias! Feliz semana!
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