martes, 10 de septiembre de 2013

Ángeles y demonios, presencia y ausencia


He recordado una frase que me dijo una vez una chica “He visto en ti lo mejor y lo peor, tienes dos caras, un ángel y un demonio, no puedo creerme que me hayas tratado así” Bueno, en verdad no recuerdo muy bien cuales fueron sus palabras exactas, recuerdo la esencia, dos caras, ángel y demonio, el trato. Era un momento particular, en que mi paciencia y aguante ya estaban muy sobrepasados, aún así eso me encendió y respondí “Perdona, tú no has visto dos caras, no hay demonios en mi, has visto un ángel cuando estaba a tu lado, y no has visto un demonio, has visto el vacío que deja un ángel alejándose de ti cuando ya no he aguantado más. Yo no te he hecho daño, no te he tratado mal, simplemente he desaparecido”.


Ya aprovecho y para quienes tengan una relación con alguien Aries, os comparto un detalle que he ido aprendiendo. Somos fuego y nos mola que nos importen las cosas, lo peor para nosotros es cuando nos enfriamos y ya todo nos da igual. Si discute contigo es porque le importa, si no discute y nada le importa... frío, hielo... nos estamos muriendo. Si alguien quiere pronunciarse a favor o en contra de esta idea me gustará saber su opinión, en mi experiencia es lo peor que he conocido, que algo deje de importarnos y ya no tengamos ni ganas de pelear por ello.

No me considero ningún santo, he hecho daño a unas cuantas personas en un par de ocasiones, o más incluyendo las que no soy consciente de ellas, creo que muy pocas de manera intencionada, pocas veces he pretendido hacer daño a nadie. Creo que hay una gran diferencia entre hacer daño y dejar de cuidar o proteger. Mi aceptación en un convento está casi garantizada, buen samaritano o monja de la caridad son profesiones que frecuento a menudo. Como todo en esta vida, todo tiene un límite. Unos tenemos más tolerancia al dolor y las tonterías que otros, unos nos cansamos antes que otros.




Hoy compartíamos en QuiroTao esta frase, sí, la paciencia es un arte y es la madre de todas las ciencias. Y lo de ser tooooonto del culo y seguir recibiendo palos gratuitos no tiene nada que ver. Sé que es difícil saber cuándo ser paciente y cuándo decidir que ya hemos tenido suficiente, pero eso es lo que nos diferencia como personas inteligentes. Hoy leía un post de una persona que me inspira a menudo (ValeDeOro), y me ha encantado su visión sobre las quejas, no valen de nada eso está claro, lo que me ha gustado es su propuesta, “En vez de quejarte, empieza la frase con “Tengo un sueño que…”. Por eso escribo hoy esto, porque tengo un sueño, un sueño en el que dejamos de hacernos daño unos a otros, y también a nosotros mismos.

Me parece muy triste que valoremos las cosas cuando las perdemos, o cuando se nos amenaza con perderlas, creo que podemos ser mucho más inteligentes y empezar a valorarlas y cuidarlas antes. Insisto en la tremenda importancia y valor de nuestras respuestas, y me parece que muchas veces no nos duelen las cosas que nos hacen determinadas personas, nos duele lo que no hacen o su ausencia en determinados momentos. Nos acostumbramos a su presencia y sus cuidados, se nos olvida a veces o a menudo, valorarlos y apreciarlos, corresponderlos... y un día desaparecen. Entonces su ausencia o la ausencia de sus actos se nos hace insoportable, nos llevamos las manos a la cabeza, se nos desgarra el corazón y nos vemos en la más profunda de las miserias, un lugar al que hemos llegado nosotros solitos gracias a nuestro piloto automático, al olvidarnos de cuidar y valorar a quienes nos importan. Cuando uno acaba en un pozo, no sé por qué, empieza a flagelarse aún más y justificar su situación y su desgracia, cosa que no sirve para nada bueno y no ayuda mucho a salir de esa situación.


Bien, justificarse no vale para nada, ya lo hemos visto ¿quieres ser feliz o tener razón? Las dos? Perfecto, esa es la mejor respuesta, pues a por ello, trabajemos en la prevención. Valora lo que ya tienes, que muchas veces en el camino hacia lo que queremos conseguir nos olvidamos de lo que ya tenemos, y hace tiempo lo que ahora no apreciamos era aquello por lo que antes tanto soñábamos. Disfrutemos y cuidemos lo que tenemos, las personas que nos rodean, las cosas que nos gustan, y a nosotros mismos, que también somos cosa nuestra.


Una de las próximas entradas va a ser muy divertida, una que va relacionada con esta, bueno y con todas las demás, porque trata de la eficacia mental. El caso es que voy a intentar pasar a un formato de entrada más ligero, menos extenso, de esos que os dejan con ganas de leer más, con la miel en los labios, jajajajaja, aplicando técnicas de seducción a la vida diaria. El título de esta entrada tan divertida es Superhéroes con depresión, sí, una gran reflexión, una historia muy divertida :) A disfrutar de la vida, es toda tuya!! :)

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho lo que has escrito y me siento muy identificado como Leo que soy, si no te importa te copio la idea.

    Gracias

    ResponderEliminar