viernes, 20 de septiembre de 2013

Sensibilidad, amplificando la felicidad y disfrute


Sigo dándole vueltas a esta frase, y sí yo también tengo mi pasado, no es un pasado muy luminoso, tampoco es de los más oscuros. Me sirve para ejemplificar algunas ideas. Hasta los 16 años viví en barrios no muy ideales, no eran el Bronx, pero tenían sus peligros. Nací en Aluche, y me crié conviviendo habitualmente con gitanos, he vivido en primera fila las peleas de perros y he jugado al fútbol esquivando sus charcos de sangre, algo poco agradable. He robado y me han robado, he pegado y me han pegado, he manejado navajas de mariposa y con suerte nunca me han pinchado, hemos corrido huyendo de otras bandas y de la policía... tuve una infancia entretenida. Como conté en el post Vivimos en un mundo de maravilla, me crié en un ambiente en el que o tú golpeabas o te golpeaban, y aprendí a golpear primero, pero eso no ha sido toda mi vida.

A los once años nos mudamos a vivir a la Ciudad de los Ángeles, otro barrio de Madrid, entre Villaverde y Orcasitas. Allí había menos gitanos, pero no me faltaban las peleas, los robos y los peligros. Allí mi mejor amigo era de otra cara del mundo, colegio de curas, niño bien que nunca ha roto un plato, yo aún seguí por un tiempo partiéndome la cara y las gafas con cualquiera que me provocara. Fumé desde los 11 a los 16 años, no por vicio, sino por intentar ser más malo, por aparentar una imagen que no invitara a darme una paliza. A los 14 años creo que tuvo lugar uno de los grandes cambios de mi vida, a los 23 también, me gustan los números que suman 5.


A esa edad ya estaba en el instituto, volvían a aparecer las navajas y cosas más fuertes. Viví algunas experiencias surrealistas, de película. Volvía a casa agradeciendo tener una familia normal, un refugio donde aislarme de ese mundo extraño y violento. Algunos conocidos pasaron por la cárcel y cuentan los rumores que algunos murieron a tiros, vi los estragos de las drogas en personas cercanas y decidí que no quería acabar así. Todo esto sin haber visto aún la película de Requiem por un sueño, es traumática, aún dudo si recomendarla como visionado obligatorio en los institutos. Si después de ver esa peli aún quieres meterte en drogas, debes visitar un psiquiatra o solicitar ingreso voluntario.

Con 14 años tuve mi primera novia, y me volví menos machote, menos duro, ya no te juegas tanto el tipo cuando tú no eres el único que va a sufrir si sales mal parado de algún fregao. Redescubrí el miedo, si te importan los demás y su sufrimiento no te la juegas tanto. Entiendo a los superhéroes y villanos solteros, no tienen más que perder que perderse a si mismos. Así empezaría mi transformación, ¿cómo no estar agradecido a las mujeres?, creo que son de los elementos vitales más transformadores que conozco. Por aquel entonces hice uso de uno de los grandes dones que se nos ha dado a los seres humanos, la imaginación y proyección de futuro. No hacía falta ser muy listo para intuir donde acababa el camino que seguían mis compañeros, ya habíamos visto algunos ejemplos, con 14 y 16 años ya había quienes lo habían vivido todo, drogas, coches, sexo, armas, diferencias con la policía... Vivían al límite, pocas cosas les quedaban por probar que no fuera subir aún más las dosis. Así íbamos a acabar muriendo pronto y consumidos.


Entonces descubrí también la manera de ver la vida de algunas mujeres, descubrí el concepto de sensibilidad, explicado fácil y para que lo probéis en casa usaré el ejemplo de la sal y los saborizantes. Cuando comes algo muy salado o con mucho sabor, tu paladar se acostumbra, y si luego comes algo de sabor más sutil no eres capaz de apreciarlo, sólo eres capaz de apreciar cosas de sabores tan fuertes que superen al último. Los que practican Muay Thai dicen que se destrozan los nervios de brazos y espinillas para no sentir dolor, bien, tampoco sentirás placer entonces. Descubrí que podemos jugar a subir el nivel y llegar a las emociones fuertes, y pasa como con las drogas, para seguir sintiendo lo mismo tienes que ir aumentando la dosis a medida que el cuerpo se acostumbra a ello, y hay dosis que no se pueden subir más sin matarte.

También podíamos mejorar nuestra sensibilidad, podíamos dejar de ser sensibles sólo a los estímulos más fuertes y ampliar nuestro rango de sensibilidad y disfrute, que al final creo que es lo que todos buscamos, sensaciones y disfrute. Decidí que si ampliaba mi rango podría disfrutar de todas las sensaciones, en vez de estar condenado a sólo sentir los estímulos más fuertes. Obviamente si te haces más sensible, a la par que aumenta tu capacidad de disfrutar los estímulos aumenta tu sensibilidad para sufrirlos. Ya solucionaríamos eso, sospechaba que merecía la pena lo que ganaba. Entonces empezó mi estudio sobre la forma femenina de ver la vida, conocí a quien ha sido mi primer maestro en el arte de relacionarme con las mujeres, ser un buen caballero, ser romántico y aprender a moverme en este mundo femenino tan complicado. También aprendí mucho de mis primas y sus amigas, nada como la experiencia directa y la convivencia habitual con mujeres. No hay día que no agradezca haber nacido chico, nuestra vida es muuuuucho más sencilla!! Me siento muy agradecido por todo lo aprendido de ellas, y lo que me queda... y lo que me queda, porque esto parece que no acaba nunca.


Bien, esto lo comparto porque hay determinadas corrientes psicológicas o de educación que defienden que en los primeros años de vida conformamos nuestra personalidad y ya está todo hecho. Los hay que también defienden el determinismo genético, somos como somos por genética y no podemos hacer nada. Pues creo que me voy a tener que inventar nuevas palabras, determinismo ganístico, o algo así, somos nuestras ganas, somos lo que queremos ser, podemos cambiar siempre, ayer, hoy, mañana, hace diez años y dentro de veinte también. 

Dejémonos de excusas absurdas, si de verdad quieres algo lo consigues, no eres el resultado de tus circustancias, tu pasado o tus genes, eres el resultado de tus interpretaciones y decisiones, y esas sólo dependen de ti. Si no te gusta lo que hay o lo que eres, cambia tus interpretaciones y decisiones, que son tuyas, porque (sé que no lo habíais oído nunca hasta ahora) nuestra felicidad sólo depende de nosotros! Últimamente le doy vueltas a otra frase perla, así como vemos nuestro futuro, vivimos nuestro presente, pensadlo a ver qué os parece... A disfrutar la vida!! Que será por herramientas para ello! :)

2 comentarios:

  1. Hola, me he pasado por tu blog y he leído aleatoriamente este artículo.

    Me gusta la idea de que siempre podemos cambiar, pero creo que prefiero que podemos evolucionar. Creo que en esencia somos más o menos estable, pero podemos evolucionar a algo mejor.

    Soy Eriwen xD pero no puedo poner la dirección de mi blog

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario y tu aportación! Cambiar, evolucionar, mientras implique mejorar todo está bien! :)
    No caigo en quien eres, perdona mi despiste si nos conocemos :)

    ResponderEliminar