Si muchas personas quieren alcanzar la
felicidad ¿por qué hay tantas personas que no lo consiguen? Sigo
reflexionando sobre la felicidad y las trampas contra ella que nos
encontramos en el camino de la vida. Hace tiempo que pienso que nos
faltan modelos reales y verdaderos de felicidad, creo que lo que nos
vende la sociedad y la publicidad al uso no es verdadera felicidad,
si acaso efímeros instantes de placer. Por tanto una de las mayores
trampas en las que podemos caer es seguir esas falsas pistas. Si
además de seguirlas nos las creemos, cuando llegamos a conseguir lo
que nos venden y descubrimos que no somos felices nos sentimos
terriblemente perdidos, desorientados y sin saber qué hacer a
continuación. Hemos seguido las instrucciones que nos prometían la
felicidad de los anuncios y no lo hemos conseguido ¿estamos mal
hechos? ¿y ahora qué hago? ¿qué más puedo hacer?
Hace tiempo jugué a conseguir lo que
se nos vende en los anuncios, y no; mi vida no era lo que parecen
prometer los anuncios, mi vida no era siempre un anuncio. Quizás sí
tenía algunos momentos de dicha, pero no eran la felicidad que yo
esperaba alcanzar. Durante mucho tiempo (o lo que a mí me parece
demasiado tiempo) me sentí bastante perdido, no sabía qué hacer a
continuación, y es más, dudaba de casi todas las pistas o
instrucciones que pudiera encontrar para alcanzar la felicidad. Como
estarme quieto no me iba a llevar a ningún lugar volví a caminar,
por moverme, por cambiar de sitio, pero sin saber dónde ir ni qué
dirección tomar. Pienso que puedes acostumbrarte a caminar sin
rumbo, y es como una nueva trampa, vivir a la espera de volver a
encontrar el sentido o la dirección de tu vida y aceptar que tu
presente gris cada vez le gane más días a tu futuro y eso se
convierta en tu vida.
Tras darle unas cuantas vueltas, tras
meditar y reflexionar sobre mi camino y los caminos de las personas
que han compartido sus reflexiones, dudas y pensamientos conmigo he
ido encontrando algunas pautas comunes, algunas coincidencias y
puntos en común en muchas historias y vidas. Hay más cosas que la
felicidad: la paz, la confianza, la calma interior, el bienestar, y
una sensación extraña (y hasta el momento intermitente en mi caso)
de sentir que nuestra vida tiene sentido y estamos haciendo aquello
para lo que se supone que realmente hemos sido creados. ¿Simplemente
vivir? ¿Disfrutar de este regalo que es la vida? ¿Saborear esta
aventura que es vivir?
No hay una sola felicidad, y por
supuesto no va a haber un sólo propósito, motivo o sentido para la vida. Por eso, yo no me dejaría guiar por unos anuncios que parece
que nos están vendiendo siempre un mismo tipo de felicidad o de
vida. Quizás tengas suerte y la vida de los anuncios sí vaya
contigo y seas feliz así, pero observando a las personas que me
encuentro a diario yo diría que ese plan de “vida feliz” no
funciona para muchísimas personas. Es por eso que creo que muchas
veces seguimos modelos de felicidad que no van con nosotros, o peor
aún, modelos de felicidad que no son reales.
Tras pensar un tiempo largo en cuáles
serían los modelos correctos de felicidad, sentido o propósito,
pienso que la dificultad para encontrarlos radica en que cuando uno
es feliz simplemente es feliz, normalmente no hace un anuncio de
ello. Todo lo que vemos en las redes sociales sólo son instantes de
las vidas de otras personas, no es la realidad de sus vidas, son
instantes que quieren que veamos, nada más. Ni todos son tan felices
todo el rato como vemos en algunas de sus fotos, ni sus vidas son tan
tristes como otros quieren vendernos, sólo son instantes
seleccionados. Aún así tengo la suerte de conocer a unas cuantas
personas que me atrevo a titular como personas con un alto
porcentaje de felicidad y satisfacción con sus vidas. Además
tenemos la suerte de que comparten algunas de sus claves, porque sí,
porque la verdadera felicidad se comparte. Si realmente somos felices compartimos nuestra
felicidad para que todas aquellas personas que quieran puedan
disfrutar como estamos disfrutando nosotros.
Hoy os presento a dos grandes personas que me siento afortunado de conocer y tener cerca, personas que considero que tienen buenos mensajes que compartir, para mí son modelos reales de felicidad. Son modelos de su tipo de felicidad, que quizás te valga o quizás no, pero confío en que algo de ellos te sea útil para encontrar y crear tu propia versión de la felicidad.
El primero de ellos es el gran Puli,
alguien que disfruta (de un modo que aún no puedo comprender del
todo) de correr durante horas sin parar, de forzar sus límites
físicos y mentales, y alcanzar esas preciadas sensaciones durante el
proceso y al final del proyecto. Puli podría disfrutar sin más de
lo que hace y puntualmente compartir con sus amigos sus aventuras, la
suerte es que además lo comparte con todo el mundo en su canal de YouTube y en una reciente página de Facebook. Espero que os sirva de
inspiración y sus aventuras os transmitan parte de su fuerza :) Me
encanta su propia versión del “No lo hagas”.
El otro grande quizás ya lo conocéis
pues es bastante más famoso en YouTube. Conocí a Jpelirrojo el
verano de 2014 y me gusta mucho el buen rollo y la energía que
desprende, y la sabiduría en la que se basa lo que hace y dice.
Viendo su canal de YouTube quizás penséis que es un tipo con
suerte, si tenéis la suerte de conocerle en persona veréis que es
una gran persona de las de verdad, de las que son grandes porque
animan a los demás a ser grandes.
Lo que escuchas a su lado son
palabras de ánimo y superación para todos, es un alegría encontrar
a personas que procuran animar a los demás en vez de superarles. Es
un currante, con unas cuantas ideas muy claras y muy buenas, para mí
es el ejemplo vivo de que alcanzas aquello por lo que trabajas, y
además se lo pasa como un niño con lo que hace. Creo que eso es lo
que nos hace conectar unos con otros, el verdadero disfrute, las
sensaciones y emociones reales. Seguro que disfrutaréis con algunos
de sus vídeos y experiencias. Su lema de vida es claro y
contundente, "Si quiero algo, yo voy a por ello".
Todos los grandes, estos y todos, son
personas reales, con problemas y caídas, todos tenemos problemas y
dudas. Creo que no nos definen tanto nuestros éxitos, sino cómo
hemos superado nuestros retos y dificultades. Todo lo que hemos
aprendido en el proceso de superación es lo que nos permite alcanzar
nuestros objetivos. Quizás por eso nos gustan los problemas. Espero
que te sirva algo de aquello que los grandes comparten, haz tuyo lo
que te valga y crea tu propia versión de la felicidad y la vida, a por ello! :)
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