Existen varios estudios acerca de la
importancia del juego para el desarrollo del cerebro y todas las
habilidades humanas y animales. Hay cosas que hacemos simplemente
porque son divertidas, porque nos hacen bien, y luego quizás te
intereses en por qué te hacen bien o por qué te divierten. Quizás
no te hagas tantas preguntas y simplemente disfrutes de la vida, creo
que es una gran opción. A mí la curiosidad me lleva a intentar
comprender la vida, y dentro de la vida, intentar comprender la
diversión y el aprendizaje, la felicidad y la salud, el humor y el
amor...
A mi me gusta jugar porque jugar es
divertido, y pienso que quizás la gracia y el objetivo de la vida
está en que vivir es divertido. Puede parecer banal dedicarse a la
diversión, habiendo cosas más serias y aparentemente más
importantes, ¿o no? Parece que está bastante claro que nacemos para
morir, parece que tarde o temprano llegará un día en que toda esta
experiencia de la vida llegue a su fin, y como apasionado de la
calidad de vida pronto empecé a interesarme científicamente por
todo lo que suma a nuestra calidad de vida y todo lo que resta
calidad a nuestra vida.
Nuestro cerebro es el gran director de
nuestra vida, y como ya postulaban los griegos “Mens sana in
corpore sano” es el camino para una gran vida. Que parece que de la
frase tengas que quedarte sólo con lo de hacer deporte, las dos
cosas son necesarias un cerebro y un cuerpo sano. ¿Y cómo se
entrena el cerebro? El cerebro se alimenta de aprendizaje, le atrae
la novedad y se desarrolla como podamos desarrollar cualquier
habilidad: con la práctica y el uso. Si sólo le ofrecemos novedades
constantemente lo mantendremos entretenido pero no lo desarrollamos.
Que quizás sea lo que pasa cuando hacemos zapping en la tele, o
cuando revisamos las novedades de las redes sociales... nos
entretenemos por un rato, pero al finalizar nos cuesta recordar algo
relevante o útil de este proceso, quizás no hayamos aprendido nada,
quizás no hayamos entrenado ni desarrollado nuestro cerebro ni un
poco.
Personalmente
creo que el aprendizaje es divertido, podemos hacerlo tedioso y
aburrido, eso lo considero simple repetición. Hay ocasiones en las
que tenemos que aprender (o retener temporalmente) cosas que no nos
interesan en absoluto y es ahí cuando opinamos que estudiar es
aburrido; cuando estudiamos lo que nos gusta e interesa no lo
consideramos aburrido. Cuando hacemos algo que nos interesa nuestro
cerebro entra en un estado especial en el cual el transcurso del
tiempo lo percibimos de manera diferente, nuestra atención y
dedicación son tales que nuestra experiencia de esta actividad es
diferente. A este estado, Mihály
Csíkszentmihályi, investigador y profesor de psicología positiva
lo ha denominado estado de flujo, fluir o flow. Un estado muy
interesante que todos habremos experimentado en alguna ocasión
cuando nos concentramos tanto en algo que el tiempo nos pasa
desapercibido.
¿Qué
relación tiene esto con el juego? Pues que el juego es una de las
maneras más efectivas para conseguir ese estado de flujo para el
aprendizaje. El juego tiene muchas características que lo hacen
especialmente favorable para alcanzar el estado de flujo y por tanto
facilita el aprendizaje y desarrollo del cerebro. Una de las
principales características beneficiosas del juego de cara al
aprendizaje es su rápida o inmediata puesta en práctica de lo
aprendido. En cuanto aprendes algo nuevo lo pones en práctica, no lo
tienes que memorizar para practicarlo dentro de un tiempo más o
menos prolongado, sino que lo aplicas en corto plazo. Y la práctica
es la madre del aprendizaje y el dominio de algo. Otra de las
ventajas es que el juego genera nuevas variaciones o situaciones, de
modo que lo aprendido lo pones en práctica en diferentes condiciones
y no solamente en las condiciones ideales o las descritas en un
inicio. Realizar algo en diferentes condiciones nos ayuda a progresar
en su dominio.
Para
mí una de las mayores ventajas del juego es que nos permite
experimentar sin poner en riesgo nuestra integridad personal o
emocional. Todos tenemos miedo de fracasar en un examen académico o una
práctica laboral, pero nadie sufre del mismo modo una equivocación
durante un juego. Total, no importa, es sólo un juego. De este modo
nos permite experimentar y aprender a partir de los errores sin que
esto cause un alto impacto negativo en nuestra persona. Jugando
podemos probar diferentes acciones, roles, respuestas... y aprender
de todas estas experiencias. ¿Quién se avergüenza de cometer un
error académico o profesional en público? ¿Quién se avergüenza
de tener que repetir un nivel de un juego porque no supo resolverlo a
la primera?
Hay
más ventajas del juego expuestas en un artículo de
laimaginadora.com que podéis leer pinchando aquí.
Puedes jugar y argumentarlo con muchos motivos serios y productivos,
y también simplemente podemos jugar porque jugar es divertido, porque suma
felicidad y calidad a nuestra vida, porque nos reímos y nos sentimos bien jugando. A disfrutar la vida!
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