Quizás hayas respondido:
“Está claro que yo, ¡qué pregunta más tonta!
¿Quién va a decidir si no?”.
Veamos si es así, veamos esta historia:
Empieza el 14 de Marzo de 2020, en Madrid, España.
Ese día el gobierno declara el estado de alarma y con ello limita los desplazamientos y nos confina en nuestras casas o donde estuviéramos en ese momento.
Van a ser sólo dos semanas.
Sólo
dos
semanas.
Y es por un motivo de fuerza mayor, un motivo de salud pública.
Lo hacen por ti, por mí, por todos.
No es que quieran, es que no queda otra opción.
A medida que pasan los días algunos sospechamos que no van a ser sólo dos semanas, las medidas que se toman no parecen dar los resultados esperados y el problema de salud pública no mejora, sino que sigue empeorando.
Noticia: se alarga otras dos semanas.
¿Sorpresa? Dos semanas más.
¿Y estas ya serán las últimas de verdad?
…
Bueno, si has vivido en este planeta los últimos meses ya sabes de qué historia te hablo.
De repente (bueno, se podía ver venir) un día resulta que limitan los desplazamientos y deciden (otros, tú no) cuáles son los trabajos esenciales: cuales se pueden seguir haciendo y cuales no.
Pues muy bien, muy bien si tienes la suerte de no necesitar trabajar para ganar dinero, para mantener el estilo de vida que llevas o simplemente poder pagar tu comida.
No vengo a contarte nada nuevo, habrá quien lo haya pasado mejor y peor, de eso puede que estés más al tanto que yo.
Lo que vengo a contarte, o más bien preguntarte, es:
¿Qué vas a hacer al respecto ahora?
¿Lo estás viendo venir?
¿Te estás preparando?
¿Qué vas a hacer esta vez?
¿Y ésta? ¿Será la última vez que alguien decida por ti?
En la primera ocasión, después de 20 días arreglando la casa, pasando tiempo de ocio con mi pareja y acabando todas las series de Netflix que me llamaran la atención vi que esperar a que la situación acabase por sí sola no era un gran plan.
Yo trabajo con docentes y vimos que los centros escolares no iban a volver a abrir y que las necesidades de la población estaban cambiando. No podía esperar a volver a una normalidad que podía tardar meses o incluso un año completo en recuperarse.
Me puse en marcha.
Una vez leí: “Cuando no entiendas qué está pasando mira hacia dónde va el dinero”.
Y eso hice.
Quizás estás harto o harta de oír que en internet te puedes hacer millonario de la noche a la mañana, y aún te queda una pizca de incredulidad o de sentido común y sospechas, que aunque puede que en raras ocasiones eso suceda, el hecho de que te pase a ti sea poco probable.
Bien, no vengo a contarte eso, vengo a contarte que internet no es mas que otro campo de trabajo donde desarrollarnos.
Tiene sus particularidades, cosas que pueden jugar a nuestro favor si quieres ser tú quien tome la mayor parte de las decisiones importantes de tu vida.
Por ejemplo: internet nunca cierra.
Con lo cual, mientras tengas conexión a internet podrás seguir realizando tu trabajo y formándote.
Sé que esto no es la solución de todos los males, pero si estás leyendo esto aún eres una persona privilegiada que tiene acceso a internet y tiempo libre para poder leer y aprender. Igual es buen momento para probar a hacer algo diferente, ya que lo que conocíamos hasta ahora parece que tiene su permanencia amenazada.
Después de investigar sobre varias profesiones digitales la que resonó conmigo es la profesión de copywriter.
¿Qué es eso de copywriter?
En este enlace te lo explican bastante bien:
https://bit.ly/QueEsEsoQueHacesDani
Si después de investigar por ahí aún tienes dudas puedes preguntarme y te responderé encantado.
Si nada de esto te resuena no te preocupes, hay muchos caminos y etapas en la vida, quizás no es el tuyo, quizás no es tu momento.
Yo estoy probando a ver si forma parte de una etapa de mi vida. Os seguiré contando mi experiencia.
Pase lo que pase mantente crítico, investiga, piensa y experimenta por ti mismo!