viernes, 28 de junio de 2013

Belleza y autoestima

Hace un par de semanas empecé una nueva aventura que podía haber acabado en China por unos meses... parece que no va a ser así por el momento, siento que tengo mejores cosas que hacer por territorio nacional. En estas dos semanas de aventura he aprendido de nuevo muchas cosas, he seguido aprendiendo de mí mismo y de la vida. Hay una frase que me gusta desde hace bastante tiempo y viene a decir algo así como La madurez no es cuando empiezas a hablar de grandes cosas, sino cuando empiezas a entender la importancia de las pequeñas cosas. Pues eso, que si siempre me han gustado los detalles, ahora me doy cuenta que lo realmente importante en la vida son cuatro cosas, y cada uno es libre de montarse las películas que quiera.


Evolucionamos, nos transformamos, y quizá lo que hace un tiempo pensábamos que era inamovible ahora resulta que no es tan evidente. Cosas que pensaste que jamás dirías o disfrutarías, ahora resulta que tienen mucha más importancia que antes. En mi caso, creo que siempre he tenido grandes sueños, viajar mucho, conocer mucha gente, gente importante, rodearme de los grandes y hacerme un hueco junto a ellos. Ser un hombre de mundo, un hombre viajado, llegar a ser un gran sabio. Resulta que los grandes los tenía más cerca de lo que pensaba, resulta que no hace falta viajar tanto para descubrir las verdades de la vida, o si hace falta viajar, quizá es para darse cuenta de lo que ya tenías y volver. En resumen todo está bien, viaja si quieres, vuelve si quieres, no vuelvas si no quieres, ten grandes sueños, ten grandes aspiraciones, trabaja duro, descansa sereno, vive tranquilo, disfruta del silencio, disfruta de la arena, de la hierba, de las grandes fiestas, de los grandes lujos, de los pequeños detalles, de los sencillos placeres... Todo está bien, sólo tú sabrás cuál es tú camino y sabrás cómo disfrutarlo. Todo está bien, y todo es posible.



La semana pasada escribí un post para Diario Mistral acerca de la belleza explicada. En este caso tenía que relacionarlo con la montaña, y así lo hice. El caso es que hace unas tres semanas volví a pasar por el campus de la facultad y allí me encontré de todas las bellezas posibles. Me encantan las mujeres, por si no lo había dicho unas mil veces, el ser más fascinante del mundo. Cómo se arreglan, o sin arreglarse, qué cantidad de belleza poseen!! Y en esta ocasión lo que más me llamó la atención es la relación entre la autoestima y la belleza. También, una vez más, la diferencia que hay entre la belleza objetiva y la subjetiva.



Me explico, hace mucho tiempo en el instituto había una chica que era bastante atractiva, venía medianamente arreglada a clase y lucía muy bien. Y el caso es que por aquel entonces ya sospechábamos la diferencia que había entre la apariencia de la misma chica un sábado por la noche y un lunes a primera hora, o un martes después de clase de deporte. Creo que había hasta un teorema para ajustar la belleza real y la aparente de las chicas en función del día y la hora. Bien, pues el caso es que con esa chica entendí una nueva manera de ver el clásico acertijo Oro parece plata no es. Era una chica que parecía una diosa, pero yo la conocía sin arreglar un día cualquiera, y físicamente no era gran cosa, con todos mis respetos. Su belleza objetiva sin arreglar no era una locura, plata no era, pero cuando se arreglaba, más que oro parecía. Visto así puede quedar frío y superficial, pero la principal diferencia en su belleza no venía en que se arreglara o no. Su diferencia residía en la autoestima y la confianza que tenía en sí misma!! Ella se gustaba tal y como era, con su manera de arreglarse resaltaba su belleza objetiva, su manera de ser añadía una gran cantidad de valor subjetivo a su belleza.




Era una persona segura de sí misma, una compañía agradable, y no le faltaba belleza objetiva que resaltar y en la que fijarse con cariño. Belleza objetiva puede ser esa belleza que todos entendamos igual, algo así como la estética; y belleza subjetiva esa belleza que nosotros le aportamos a las cosas por nuestra percepción personal de las mismas, ya sea por nuestros gustos particulares o por los sentimientos que tengamos hacia esa persona. Cuando estás enamorado tu pareja es la pura encarnación de la belleza y punto. Cuando se acaba la relación igual te das cuenta que tampoco era para tanto.



Bien, pues así como nosotros percibimos la belleza de una manera subjetiva para los demás, uno mismo percibe su propia belleza del mismo modo. El otro día me resultó curioso detectar determinados patrones en la manera de vestirse y moverse de las chicas por el campus. Su manera de relacionarse con los demás, sus gestos, sus detalles cargados de significados... Ahora estoy trabajando con un grupo de chicas, preciosas todas ellas, objetiva y subjetivamente. Su lenguaje corporal, su manera de hablar, y lo que voy conociendo de sus personas me dice mucho de cómo se ven ellas, también soy consciente de cómo las vemos los demás. Muchas veces no nos hacemos justicia, en la mayoría de los casos, tristemente, tiramos a la baja con nuestra propia valoración de nuestra belleza.



Después de trabajar la parte de la motivación, las ganas de hacer cosas, las siguientes barreras que nos solemos encontrar son los miedos, la falta de confianza y la baja autoestima. Esas serán las próximas áreas a tratar y desarrollar. La actitud cada vez me gusta más, la actitud marca una diferencia brutal en nuestras vidas. La belleza también es una actitud, es sacarle todo el partido a lo que tienes, sea lo que sea, mucho o poco, si tú te sientes seguro con ello, si te manejas con confianza tu belleza subjetiva, tu atractivo, aumenta. De momento es sólo una opinión, pero cada vez encuentro más ejemplos que la sustentan. Creo que todos conocemos personas con un gran atractivo y quizá poca belleza objetiva, personas que disfrutan del físico que tienen y van felices por la vida. También el caso contrario, personas de un físico excelente y una increíble belleza objetiva, pero con una falta más que exagerada de autoestima y por tanto recorren avergonzadas la vida, escondiéndose y no sintiéndose dignas de aquello que los demás les dan por merecido.



Y esto sólo hablando de la belleza exterior, esa que con el tiempo tiende a ir perdiéndose, porque si hablamos de la belleza interior, eso ya es otro mundo. Vivimos en un mundo extraño con una escala de valores impuesta, que creo que cada vez compartimos menos personas, lo cual es una alegría. Se ha colocado el dinero y la estética en lo más alto de la escala social de valores, y me parece poco acertado. Mira que digo estética y no belleza, que no es lo mismo. Que cada uno lo interprete como quiera. Seguiré desarrollando mi propia percepción de la belleza, no es estética, para mí la belleza es más interna, y se puede percibir externamente en detalles. Ciertamente hay personas muy estéticas, pero es su manera de ser la que concede belleza a esa estética.



Todos somos una maravilla, todos somos seres increíbles, repletos de detalles fascinantes, de deliciosas maneras de ser y expresarnos, tratémonos algo mejor a nosotros mismos, querámonos más, aunque nos cueste creerlo, hay muchas personas que sueñan con algunos de nuestros detalles. Dejémonos ser como somos, únicos, irrepetibles, dejémonos brillar con nuestra propia luz y color.



A disfrutar la vida!! a disfrutar la belleza!! Está en todas partes que tus ojos quieran encontrarla!! :)



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