miércoles, 7 de enero de 2015

Beneficios de la no felicidad

Creo que los beneficios de la felicidad están claros, no conozco a nadie a quien le estriña la felicidad, así que suponemos que será buena para todos. Lo que también parece es que la infelicidad no es buena, o la ausencia de felicidad es algo negativo, y yo creo que podemos sacarle algún beneficio también a estas situaciones o periodos en los que no somos felices.


Las emociones desagradables o no placenteras pueden entenderse como mensajes, al igual que el dolor, el dolor sin más no siempre es negativo para todos, muchos deportistas nos servimos del dolor para localizar límites, barreras, o simplemente como un indicador más, no tiene carga negativa, simplemente nos informa de algo, es un mensaje de nuestro cuerpo.

El disgusto, la infelicidad, la desidia, pereza, apatía, frustración... creo que sin darnos cuenta las hemos etiquetado como emociones o sensaciones desagradables a evitar a toda costa; sin pararnos en muchos casos a comprenderlas, entenderlas y servirnos de su utilidad. Hace tiempo descubrí el concepto de inteligencia intrapersonal, me encanta la palabra, y me recuerda mucho a la frase que dice algo así como “Quien supera a otros es fuerte, quien se supera a si mismo es la fuerza” Creo que tenía también una versión con “quien conoce a los demás es sabio, quien se conoce a sí mismo es la sabiduría”.


Tengo la suerte de que en mi familia hay mucha tradición educativa y comprensiva, no me han educado en memorizar las cosas sin más, sino en comprenderlas, observarlas y analizarlas hasta comprenderlas y entender su funcionamiento y significado. Recuerdo que mi padre muchas veces me decía que aburrirse es sano, y recuerdo algunas tardes aburrido sin más, simplemente estando aburrido sin hacer nada. Hoy en día evito esos momentos siempre que puedo, pero cuando no me queda más remedio los acepto sin más y paso a entretenerme simplemente analizando mis pensamientos. Mi padre también me educó en la tolerancia a la frustración y el aplazamiento de las satisfacciones, y aunque no me considero tan estoico y asceta como él, sí que agradezco ese entrenamiento que aún hoy practico de vez en cuando.

Esto supongo que me ha preparado para estar muy atento y consciente de mis pensamientos, emociones y motivaciones a la hora de realizar mis acciones. Si me frustro, disgusto, aburro o decepciono intento encontrar el origen de esas emociones o sensaciones, intento encontrar y comprender el mensaje que me transmite, ¿qué información útil me quiere transmitir esta sensación desagradable? Porque sí, son mensajes, y para quienes puedan considerarse perdidos, son mensajes importantes que nos indican cómo pensamos, cómo creemos y cómo interpretamos lo que sucede. Nuevamente, pauta explicativa e inteligencia emocional, no somos capaces de vivir la vida tal cual sucede, sino que siempre la pasamos por nuestros filtros de creencias y presupuestos y conforme a eso vivimos de un modo u otro.

Cuando nos sentimos frustrados o disgustados creo que el mensaje que nos da nuestro cuerpo es que teníamos ciertas expectativas placenteras ante un hecho que ahora parece frustrado y eso nos provoca esta sensación desagradable. Bien, no he descubierto nada nuevo, quizás todos sabemos identificar cuando estamos frustrados, el truco para mí viene cuando la frustración me sirve como baremo de importancia. Me explico con un caso personal, a diario se me trastocan planes y proyectos, y no todos me afectan en igual medida, unos consiguen emocionarme ya sea frustrarme o disgustarme y otros directamente no me afectan. En el momento que me percibo disgustado a veces me sorprendo a mí mismo ante el hecho de descubrir que ese plan en concreto me ilusionaba especialmente de manera que no era consciente hasta que el plan se trastoca. Esta es una de las aplicaciones positivas o beneficios que le he encontrado a la frustración. Si me frustra me importa, si no me afecta es que no me importaba tanto, esto me ayuda en el proceso de conocerme y comprenderme, y me parece entonces un mensaje muy útil.


Lo mismo creo que podemos hacer con otras sensaciones no agradables, como la apatía o la tristeza. Decía una frase “cuidado con la tristeza, es adictiva”, y creo que es verdad, es fácil caer en las espirales depresivas, y requiere un punto de fuerza de voluntad para forzarnos a salir de una rutina que nos consume y empezar a hacer cosas que nos alimentan las ganas de vivir. La buena noticia es que la felicidad también es adictiva y además contagiosa. El beneficio de la tristeza no obstante, creo que radica en mostrarnos de manera patente que nuestra manera actual de vivir no nos satisface, que lo que hacemos o pensamos no es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos, que nuestro inconsciente espera más de nosotros, sabe que podemos hacerlo mejor. Quizás es un mensaje muy obvio, pero creedme, no hemos nacido para ser infelices, decía alguien que la felicidad es nuestro derecho de nacimiento, y nuestro inconsciente lo sabe y no nos dejará regodearnos en otro camino.

Último truco o pista graciosa de hoy, hay una buena manera de saber cómo decidir qué hacer en muchas ocasiones en las que tengamos dos opciones, es algo tan sencillo como lanzar una moneda al aire. En el momento que la moneda está en el aire, si estamos atentos, interiormente tendremos preferencia por una de las dos caras, eso es lo que realmente queremos hacer. Y si no tenemos preferencias... pues es que cualquier opción nos resulta igual de buena y bien podemos tomar la que la moneda ha elegido y continuar avanzando, dando por finalizado el momento de duda e indecisión.



A ser felices, a hacer honor a nuestro derecho de nacimiento, esta en nuestra mente! :)

2 comentarios:

  1. ¡¡Me encanta!! Porque las reflexiones pesonales ckntagian a hacer lascorudbas y aunque los momentos duros son una mierda d vivir, son con los que más rápido he aprendido y que nisconfiguran sabiéndonos fuertes, más seguros, más sabios y con menos miedos.

    Dani, deberías tener millones d hijos que educar (o chavaes d campa) esa firma d pensar tiene q extenderse viralmente.

    Un besote!

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    1. Jajajaja, gracias duendecilla de los montes! Ciertamente los retos nos revelan cómo somos realmente :) Tus reflexiones también me encantan, la belleza y la suerte de compartir!! Besos! :)

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