domingo, 10 de noviembre de 2013

Escogiendo mi camino en la vida


Ya tenemos el libro en imprenta, nos ha llevado un poquito más de lo esperado, a veces la vida tiene estas cosas, que algunas cosas nos llevan un poco más de tiempo del que habíamos considerado. Aún así, como había hecho cálculos holgados, creo que tendremos el libro en nuestras manos para el 10 de Diciembre o así. Ha sido una aventura que aún no ha terminado y de la que hay mucho que contar, cuando acabe el año escribiré tranquilamente sobre esta aventura de publicar mi primer libro, una gran gran aventura.

Bueno, pues cuando esta etapa ya está completada, o poco más puedo hacer hasta que tenga los libros en las manos, toca pensar en las próximas etapas. Después de todo el ritmo e intensidad que he dedicado al libro, me ha llevado un par de semanas volver a centrarme y retomar el resto de mi vida más allá del libro. Aprovechando que había “salido” de mi vida por un tiempo, al volver a ella me he cuestionado muchas cosas. Como a la vuelta de un viaje, cuando vuelves a casa ves algunas cosas de modo diferente. Llevo unos días cuestionándome muchas cosas, lo cual no me facilita la escritura, pues como dudo de casi todo, no tengo muy claro qué puedo compartir.


Me he preguntado el porqué y para qué de muchas cosas en mi vida, he llegado hasta la reducción al absurdo de muchas cosas. Me he llegado a cuestionar hasta “¿Por qué queremos darle lo mejor a nuestros hijos? ¿Es que acaso nos pertenecen? ¿Acaso sabemos qué es lo mejor para ellos? ¿Les hará realmente bien tener aquello que nosotros consideremos mejor para ellos?...” En fin, en algún momento hay que parar de pensar, higiene y eficacia mental, hay espirales de dudas en las que no hace mucho bien entrar. Me he cuestionado mis motivaciones para hacer todo lo que hago en mi vida, hasta ahora a esto lo he llamado crisis existenciales, en este caso ha sido como un reset en mi vida.

Finalmente he conseguido salir de algunas espirales de dudas, otras siguen abiertas e imagino que las iré finalizando estos días, me han empezado a dar miedo cosas que nunca pensé que me asustarían, que curioso es esto del miedo. Algunas espirales están compuestas por infinitas preguntas “¿y por qué?” encadenadas, llega un momento que tienes que terminarlas y no puedes contestar el porqué de todo, en algunas he llegado a un porqué final “porque quiero”, aunque no sepa por qué quiero eso. No tengo la solución a los problemas de la vida, ni a muchísimas de las situaciones que observo, no sé cómo arreglar el mundo. Es más, después de todos estos años sigo sin considerar que tenga el dominio absoluto de mí mismo, sigo descubriendo nuevas cosas sobre mi mente y mi cuerpo que pensé que ya tenía controladas. No, no me he vuelto a hacer pis en la cama, eso parece que sigo controlándolo por el momento.


Imagino que nunca conseguiré saberlo todo, y creo que ahí es dónde reside la fortaleza de los guerreros disciplinados. Aquellas personas que saben manejarse entre las dudas y los miedos, quienes saben avanzar en la incertidumbre, quienes saben guiarse sin tener toda la información, quienes abren camino en la inseguridad y la oscuridad. No lo sé todo, sé algunas cosas, no sé si son las mejores, no sé si son acertadas o ciertas, quizá sólo sé que quiero hacerlas, y de momento con eso me iré guiando. De estas ironías de la vida, que la entendemos al volver la vista atrás y ver todo el camino que hemos recorrido, para ello tenemos que vivirla hacia delante e ir creando ese camino.

He usado casi todas las herramientas a mi alcance y hablado con varias personas que han querido ayudarme para tratar de escoger el camino más acertado en mi vida, aquel camino que pueda reportarnos más alegrías a todos. Buscando sobre el sentido de la vida en muchas tradiciones, religiones, creencias y estudios, hay determinadas frases o reflexiones que me llaman mucho la atención, ciertas ideas que parece que resuenan más conmigo. Una de ellas creo que ya os la he compartido en una ocasión, la anécdota de sabio indio que escribió en una libreta de autógrafos que le tendía una niña la palabra: “Disfruta”.


En esta línea creo que algún que otro científico se ha preguntado alguna vez ¿para qué todo este gasto energético que conlleva mantener los cuerpos con vida?, ¿para qué la vida?, ¿para qué queremos transmitir la vida a las próximas generaciones?, ¿qué sentido o interés tiene la vida humana?... Preguntas que me he hecho bastante a menudo, en esta ocasión recordaba una respuesta aplastante que no recuerdo dónde la encontré: “Quizá todo esto sea porque vivir es divertido”. Por el momento me vale esta respuesta, no sé qué sentido tiene la vida, quizá el único sentido de la vida resida en que vivir es divertido... no lo sé, seguiremos atentos y seguimos buscando.

Según el Eneagrama, hay varias características que me llaman la atención del tipo de personalidad al que creo que pertenezco. Unas dicen así: “Su principal goce en la vida viene de aportar algo al mundo”, “Hacen del mundo su hogar y disfrutan compartiendo con los demás las riquezas que encuentran en sus viajes” Quizá no he viajado tanto por el mundo como otras personas cercanas, donde sí he viajado y buceado mucho ha sido en el mundo de la información y conocimiento, en los libros, charlas, conferencias, videos... ahí tengo bastante recorrido y me fascina la cantidad de perlas que encuentro, y sí, disfruto mucho de compartir esas perlas con el resto de personas. También me importa muchísimo lo que aporto al mundo, es algo a lo que presto mucha atención.


De la últimas lecturas del eneagrama también me he llevado otro par de perlas sobre nuestro tipo de personalidad: “Su mayor don es la capacidad de mantener la actitud positiva y el sentido de la abundancia” y también “Sienten admiración y asombro reverente ante la belleza de la vida, ven la vida como un don, un regalo”. Sin duda soy de esos, y bien que lo disfruto, me cuesta creer que el resto del mundo no vea la vida así...


Así pues, volviendo al camino de mi vida, ese que no está escrito, ese que tengo que escoger y recorrer yo, pues escogeré uno que sea divertido, por si resulta que todo esto de vivir tiene que ser divertido. Seguiré compartiendo las perlas que encuentre por el camino con todas aquellas personas que quieran apreciarlas y disfrutarlas, seguiré creando las cosas que me gustaría que hubiera en el mundo, seguiré creando mi propia realidad. Seguiré manteniendo mi actitud positiva ante la vida, y seguiré maravillándome y asombrándome ante toda la belleza y regalos de la vida. ¡Menuda aventura! A disfrutarla!! :)


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