domingo, 24 de noviembre de 2013

Consumo consciente y responsable

Se acerca la temporada navideña, una de las épocas de consumo por excelencia. La vida se llena de anuncios de regalos y quizá nos dejamos llevar por esa marea, por una histeria colectiva. Hay una frase que me gusta y me hace pensar bastante “Las multitudes son peligrosas, corren por donde el individuo no se atrevería a pisar”. Como todas las grandes frases tiene varias interpretaciones y aplicaciones posibles. No os diré las mías, mejor descubrid las vuestras :) Me gusta que las personas piensen y saquen sus propias conclusiones. Comparto en este blog las cosas e ideas que me llaman la atención y algunas de mis reflexiones al respecto, no con intención de convenceros de nada, sino con intención de dar a conocer las cosas que me llaman la atención y que cada uno saque sus conclusiones y actúe de acuerdo a ellas.


Ya estábamos tardando en ganarnos esta frase. Me hace gracia, y así con humor, revela una de nuestras tristes realidades actualmente... Hace poco también leía en twitter algo así como: “La religión es el opio del pueblo, el gobierno es la voz del pueblo, Belén Esteban es la princesa del pueblo... a ver si el pueblo va a ser gilipollas...” Pues sí, muchas veces me lo planteo, yo creo que la ignorancia es un gran problema, quiero creer que las personas son inteligentes, sólo que están mal informadas o están dormidas... o también puede ser que yo esté equivocado y que simplemente haya personas que son gilipollas sin más explicaciones. Por si acaso, seguiré sumando granitos de arena a favor de mi teoría y compartiendo ideas interesantes para que seamos más inteligentes y cambiemos algunas realidades de “nuestro pueblo”.

Últimamente estoy reflexionando sobre los fundamentos de muchas cosas, pienso que todo lo que hayamos creado los humanos es posible de comprender y entender cómo funciona, pues alguien como nosotros lo ha diseñado y creado. Otra cosa es entender la vida, que no la hemos diseñado nosotros, eso es un gran reto que me llevará algo más de tiempo comprender. He compartido algunos escritos para hacer un mejor uso de Facebook, entendiendo sus fundamentos y cómo usar mejor los grupos. Ahora estoy reflexionando mucho sobre el dinero y el consumo. Ya he comentado en varios posts diversas ideas y reflexiones al respecto: Invertir en felicidadApadrina un felicísimo, Precio y Valor, Paradigma laboral... Ideas que siguen creciendo y van cogiendo cuerpo.

Me encanta el concepto de consumo consciente y responsable. Como ya dice el subtítulo del libro de Joan Melé ¿A quién sirve mi dinero? Cómo ya compartí en la entrada con este título: Si no eres parte del problema, eres parte de la solución. Me encanta esta manera de verlo también. Así que lo que tenemos que hacer es muy sencillo (que no siempre fácil) dejar de ser parte del problema para empezar a ser parte de la solución. Sinceramente no creo mucho en nuestro sistema político de votar cada cuatro años, me parece bastante mejorable aunque no acabe de ver cómo mejorarlo. Sí creo en nuestro sistema económico, me parece mucho más rápido y directo, la ley de la oferta y la demanda es bastante simple. Aquello que se compra se fabrica, aquello que no se compra se deja de fabricar. Y compramos todos los días varias veces al día. Si nuestra política al final se ve dominada por la economía, saltémonos pasos, actuemos directamente en la economía. No escribo mucho al respecto porque tengo para hablar de esto por días enteros, me parece fascinante entender cómo funciona todo esto.


Empieza la campaña navideña y los pequeños comercios locales intentan hacer virales mensajes como estos, potenciando el consumo local. (En serio, no os hacéis idea de lo grande que es este asunto del dinero y las monedas...) Vamos a centrarnos sólo en un concepto muy sencillo esta vez, consumo consciente, saber qué compramos y a quién se lo compramos, haciendo uso de nuestro poder económico y responsabilidad con ello. ¿Qué pasa cuando compramos más barato por internet a grandes empresas extranjeras o directamente a china? ¿A dónde va nuestro dinero?

Hace mucho tiempo cuando empecé a trabajar en el comercio me enteré que los trabajadores de la empresa teníamos descuento en nuestras propias tiendas. Otra persona quizá no hubiera preguntado el porqué, yo sí, se lo pregunté al jefe y propietario directamente. “Muy fácil, para que no tengáis tantas tentaciones de robarlo desde dentro y para que no compréis a la competencia”. Es cierto que todos sabemos cómo robar a nuestras empresas mejor que alguien que no trabaja dentro, ahí luego la ética y moral de cada uno. Lo de no comprar a la competencia me resultó curioso... en algunos productos que se vendían en varias empresas nuestro precio en nuestra propia empresa era muy bajo, nuestra empresa no ganaba nada de dinero con ello. Esto me hizo pensar, y hoy me sigue haciendo pensar en muchas técnicas de captación de clientes.


No me fio de los bancos. Te regalan sartenes y televisores pero tienen el bolígrafo atado con una cadenita... traman algo...” ¿Gracioso? ¿Otra realidad expuesta con humor? De las charlas de Joan Melé me impactó mucho la reflexión “personas manifestándose contra la guerra mientras su dinero financia esas guerras a través de los fondos de inversión de sus bancos”. Nuevamente fui a mi banco a preguntar a mi amigo que trabajaba allí, ¿dónde está el dinero de mis fondos de inversión? ¿Qué está haciendo mi banco con ello? Por aquel entonces mi amigo pudo responderme sinceramente, “Sí, probablemente esté invertido en el negocio de las armas, es lo que más rentabilidad da”. Cerré mi cuenta con ellos, a pesar de que esa empresa pagaba el sueldo de mi amigo, mi amigo ahora se dedica felizmente a otra cosa. ¿Qué precio tiene tu conciencia? ¿Puedes trabajar en una empresa que fomenta un mundo que no te gusta? ¿Te cambias de banco por lo que te regalan y no te preguntas qué hacen con tu dinero?

Hoy en día hay bancos que te cobran por todo y otros que no te cobran por nada y te regalan cosas... ¿dónde está su modelo de negocio allí? ¿Cómo ganan dinero entonces? Quizá no necesiten ganar dinero, quizá les baste con que la competencia no lo haga... “te hacemos este descuento para que no compres en la competencia... aunque nosotros no ganemos nada...¿Qué juego es este? ¿Jugamos a ganar? ¿A que pierdan los demás? ¿Qué mundo estamos construyendo? ¿En qué juego estamos participando? ¿Dónde están las reglas del juego? Recuerdo dos reglas de oro. La primera, “Quien tiene el oro hace las reglas” y la segunda “La banca siempre gana”. Soy un iluso, un optimista, no lo sé, no sé lo que soy, no sé qué parezco, sé lo que quiero, quiero jugar a otro juego y quiero cambiar ciertas reglas.

No cuento nada más por hoy, pensemos, reflexionemos... ¿A qué estamos contribuyendo con lo que hacemos? ¿A favor o en contra? A disfrutar la vida, a construir el mundo que queremos!! Hay mucho que podemos hacer para marcar la diferencia!! Seguimos descubriéndolas en las entradas Disfrutando y cambiando el mundo. Feliz día!! :)

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