lunes, 18 de febrero de 2013

Poniendo en práctica algunas ideas poco sensatas

Hoy he ganado otra batalla a la muerte, antes de las 10. Así se empieza una semana a lo grande, jajajajaja.

Cuando uno se da permiso para enfermar.

El cuerpo es muy listo y nos escucha, hay quien no se pone malo porque se cuida y el cuerpo no tiene queja. Hay quien no se pone malo porque no tiene tiempo y ningún momento es bueno para ponerse malo. Así, aunque el cuerpo tenga alguna queja, se va aguantando hasta que el momento sea propicio para enfermar y sanar lo pendiente. Por eso muchos enferman en los días de vacaciones y no se ponen malos entre semana o cuando tienen que hacer muchas cosas. El sábado por la tarde mi cuerpo fue preparándose para enfermar sabiendo que tengo unos días por delante de “relax”. Ya, el caso es que no me viene bien enfermar, tengo cosas mucho más interesantes que hacer y disfrutaré más de estar a tope mientras las hago. Para eso uno presta atención a cuidarse día a día y no agotarse para no llegar al extremo de enfermar, si vas reposando y sanando a diario no necesitas parar en el taller/cama.

Bien, pues ayer ya le dije a mi cuerpo que naranjas, que no me iba a quedar malo en casa con la de cosas interesantes que tenía por delante fuera de casa. El día acabó medianamente bien, a las 12 en la cama y esta mañana me he levantao mejor. El caso es que viendo que tengo un día por delante para estar por casa tranquilo, esta vez sí que sí, llueve y no voy a ir a escalar, decidí hacer una cura rápida. Hay diversas curas de cultura popular de pueblo que uno va probando para ver cual le funciona mejor, alma de científico experimentador que tiene uno, las hipótesis están muy bien pero hay que pasar de la teoría a la práctica y qué mejor que probarlo en uno mismo.

Hoy que no me iba a relacionar con nadie elegí la cura del ajo. El ajo es un gran purificador o algo así. El caso es que no hace luego muy agradable la convivencia. No es que huela el aliento a ajo, es que el cuerpo desprende ajo por todos los lugares que puede, por transpiración de la piel, por las mucosas, así todo aire o agua que desprendemos huele a ajo. Pues parece que hay un truco para que eso no pase, y es envolverlo en aceite, de este modo, por química, al disolverlo en aceite en vez de en agua es menos volátil. La cura del ajo con adaptación consiste entonces en tomarse un ajo en ayunas con una cucharada de aceite. Ya hay que tener estómago para empezar así el día. Lo suyo es hacerlo con un ajo pequeño, pero como yo no tenía pequeños pues he partido uno grande, también le he quitado el germen por si fuera verdad que es eso lo que más huele.

Creo que he escogido la mitad más grande. Ya masticarlo con la boca llena de aceite ha sido una gran prueba a primera hora de la mañana. Aguantando unas cuantas arcadas lógicas. Me he mareao, como era de esperar, jajajaja. Y con esfuerzo he conseguido tumbarme en la cama sin vomitar la bomba que le acababa de regalar a mi estómago. Mentalmente intentaba convencer a mi estómago que nos iba a hacer bien, que había que aguantarlo dentro, que era para nuestro bien. Bueno, controlando la respiración y los reflujos gástricos hemos aguantado como unos 10 minutos. Transcurrido ese tiempo he concluido que me había pasado con la dosis, me empezaba a doler la cabeza bastante fuerte. Me habré intoxicado, no estaba preparado para esta experiencia.

Intenté calmar el estómago añadiendo algo fresco que pudiera disolver esa bomba. Ahora lo pienso y quizá lo ideal hubiera sido algo de helado, pero entonces opté por zanahorias. Y beber un poco de agua. Todo con dudas sobre el efecto que esto pudiera causar en mi estómago. Conseguí meter dos zanahorias y un par de tragos de agua. Pero el dolor de cabeza no cesaba, los mareos crecían. Había que resetear, dejarse vomitar o provocar el vómito lo más rápido posible. Si antes me dolía un poco la garganta quizá por irritación provocada por aire caliente y seco, ahora me duele por un motivo más que justificado. Dos dedos de escalador hurgando por ahí buscando provocar el vómito.

Objetivo conseguido. La zanahoria le ha dado un vivo color. El dolor de cabeza ha remitido.

Estas experiencias en un lunes antes de las 9 de la mañana te dejan un poco sin fuerzas. Necesitaba insuflarme nuevas ganas de vivir, suerte que la noche anterior me había reservado un mail que tenía muchas ganas de leer para esta mañana, para levantarme con bien de ganas. Bendita música, escuchar un directo de Fito mientras leía el mail ha devuelto el color a mi cara, mi cuerpo vuelve a recuperar su estado habitual de energía. Ya vuelvo a reír pensando en las aventuras en las que me meto yo solo de manera totalmente gratuita.

Me encanta mi manera de ver la vida, mi pauta explicativa. Si me pasan cosas malas y no consigo verle la parte positiva o graciosa, al menos intento consolarme pensando que quizá me sirva para entender, comprender, y ayudar si es posible, a quienes pasen por las mismas experiencias. Es la utilidad que le he encontrado a mis escarceos con la depresión, me aburre sobremanera estar deprimido, me parece una pérdida totalmente absurda de tiempo que podría estar disfrutando. Quiero creer que unos días deprimido me aportan el contrapunto que me permite disfrutar mucho más de mis días normales y me permite comprender a las personas que pasan por periodos depresivos.

Mi experiencia de esta mañana ha sido muy instructiva. Me ha reafirmado en mi capacidad de poner en práctica ideas poco sensatas aparentemente, ya pintaba mal la idea de un ajo con aceite en ayunas un lunes. Mi capacidad de control mental sobre mi cuerpo, diez minutos convenciendo a mi estómago de no expulsar esa bomba. Mi capacidad de reflexión y corrección de errores, ha sido una mala idea, retrocedamos: vomita. La utilidad de una de las enseñanzas de mi padre, aplazar las satisfacciones, gracias a que tenía aplazada la satisfacción de leer ese mail, esta mañana he podido recuperarme en poco tiempo de mi agotamiento.

Y sigamos sacando provecho a esta experiencia, espero que os hayáis reído. Gracias a que de los errores se pueden aprender también de segunda mano, aquel que no quiera experimentarlo en su propio cuerpo tiene el informe de mi experiencia al respecto. Como uno solo puede hablar desde el ejemplo, yo os invito a que pongáis en práctica vuestras hipótesis, redactéis un informe posterior y lo compartáis con el mundo si queréis. Las ideas están muy bien, pero hay que pasar a la acción.

Después de esto el día no puede hacer más que mejorar, a por ello! Gran lunes a tod@s!

Os dejo también una imagen con frase que me encanta: El hecho de que yo te dé consejo, no significa que sepa más que tú. Sólo significa que he hecho más estupideces. Jajajajaja.

3 comentarios:

  1. Gran entrada Dani! Admiro a la gente como tu que es capaz de redactar una experiencia así. Evidentemente yo también he probado lo del ajo, lo del wasabi, cebolla, incluso chili... Pero nunca se me había pasado por la cabeza escribirlo! (No se si por vaguería o atrevimiento...) xD

    Un fuerte abrazo!

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  2. No se si a quedado escrito mi otro comentario... ¬¬

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  3. Vale pues... no se había publicado.
    Bueno soy Merryenda :D
    Que me ha hecho mucha gracia tu blog!
    Y o también soy de remedios caseros jajajaja
    Me gustaría que me contases alguna de tus aventuras para poder ponerla en mi blog y ser más y más Merryenderos, aunque he visto que tu ya me digues :D
    Nos seguimos! xD

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