Hace poco me he enterado de que en
ciertas partes dentro del mundo del coaching y la psicología se ha
entendido la psicología positiva de un modo muy diferente a como yo
la entiendo y se está aplicando y desarrollando de un modo que
pienso que no es el más correcto. La felicidad está de moda, casi
todos queremos conseguirla y abundan entonces “vendedores de
felicidad”, es la ley de la oferta y la demanda de este sistema
capitalista en el que vivimos. Y esto no tiene por qué estar mal, es
lógico que si hay más demanda se genere más oferta. Y también veo
positivo que exista variedad de ofertas, porque no a todos nos gusta
ni nos vale lo mismo.
Para quienes están en contra de aquellas
personas que según ellos “buscan engañar a los demás”, os diré
que yo pienso que nos hacen un favor a la sociedad, pues nos permiten
mejorar y hacernos más astutos. No me gustaría vivir en una
sociedad excesivamente protectora, donde no pudiéramos equivocarnos,
considero que los errores son magníficos maestros, seguro que todos
hemos aprendido algo que jamás olvidaremos gracias a algunos errores
memorables.
Creo que estamos caminando hacia una
sociedad de la confianza y la referencia y me gusta. Hoy por hoy creo
que concedemos bastante importancia a las opiniones y valoraciones
del resto de personas, ya sean conocidos o personas que han probado
lo que queremos probar. Esta me parece una muy buena manera de
selección natural, si algo funciona bien obtendrá buenas y
numerosas referencias y valoraciones positivas, si algo no funciona bien la
ausencia de valoraciones positivas hará que acabe por desaparecer.
Casi siempre que pienso en adquirir o probar cosas nuevas pido
referencias y opiniones a las que personas que ya lo han hecho, y
como todo, aprendes a filtrar y valorar también esas opiniones, no tenemos que aceptar todo sin cuestionarlo.
Dicho esto, os comparto mi opinión
sobre la felicidad y la psicología positiva. Lo primero es que yo
creo que la felicidad no es igual para todos, creo que no hay una
fórmula universal y sí unos pasos o pistas comunes. Creo que una
primera aproximación a alcanzar la felicidad es dedicar un tiempo a
encontrar nuestra propia definición de felicidad que será válida
para nosotros. Entiendo la psicología positiva como el conjunto de
conocimientos, procesos y métodos relacionados con los estados más
agradables de la mente, el modo de conseguirlos, desarrollarlos y
mantenerlos. Dentro de todos estos estados se encuentra la felicidad,
quizá el que más de moda está actualmente, también encontramos la
serenidad, la confianza, la motivación, la calma, la satisfacción,
la realización y el optimismo, por citar unas cuantas.
La virtud decían los sabios que es el
punto medio entre dos extremos, la obsesión con algo que nos lleva a
los extremos creo que no es buena. La salud es algo similar, pienso
que es encontrar el equilibrio en la vida. Está bien que busquemos y
creemos felicidad, es un buen objetivo, no creo que sea tan bueno el
consumir felicidad sin sentido. Las emociones y las sensaciones son
mensajes que nos quieren transmitir una información relevante. Como
ya he dicho alguna vez por aquí y también comento en Un filósofo de campamento, el dolor es un mensaje, y no por apagar la alarma de incendios
hemos acabado con el incendio. La tristeza, la depresión, la
frustración, la desesperanza y cualquier emoción o sensación
“negativa” o desagradable nos está informando de algo, algo
que podemos mejorar en nuestra vida.
Estar constantemente
inyectándonos dosis de felicidad para no sentir otra cosa lo
considero insano, me parece un extremo. Darme cuenta de esto hizo que
abandonara mi camino hacía ser un felicísimo de la vida y siguiera
buscando por otro lado. Siempre he buscado la salud y la virtud, y
posiblemente sea cierto que se encuentre en el punto medio. Sigo buscando, probando, practicando,
creando y desarrollando, pienso que es un camino que no tiene final y
esto lo veo de modo positivo, pues nos permite seguir progresando
continuamente. Creo que la sensación de progresión y avance nos
ofrece una de las mejores emociones de vivir.
Me gusta la
inteligencia emocional y la autogestión de las emociones. De lunes a
viernes enviamos con QuiroTao frases motivadoras, inspiradoras y/o
que invitan a la reflexión. No pretendiendo inyectar felicidad sin
sentido, sino buscando incitar o ayudar a las mentes en su propio
camino o proceso hacia la felicidad. Hoy por hoy, personalmente creo
que la felicidad es el resultado e indicador de una vida sana y bien
vivida. ¿Cómo se hace eso? En ello estamos todos, siempre caminando :) Feliz camino!
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