Hay una historia que cuento a mis
alumnos de biología sobre las bacterias y uno de los magníficos
poderes que tienen. Las bacterias tienen ADN como nosotros, y lo
heredan de sus antecesores como nosotros lo heredamos de nuestros
progenitores, hasta ahí todo normal. Lo curioso es que las bacterias
pueden compartir ADN con otras bacterias, esto se llama transferencia
horizontal de información genética. Es algo que nosotros no podemos
hacer, nosotros sólo tenemos herencia genética, una transferencia
vertical de información genética y además en dirección única: de
padres a hijos y nunca en dirección contraria.
Las bacterias tienen su ADN (la
información que codifica las instrucciones) para sintetizar sus
proteínas, que serán sus “máquinas” celulares que le permiten
desarrollar todas sus actividades. Según el ADN que tengan así
podrán crear unas proteínas u otras y por tanto podrán hacer unas
cosas u otras. Se descubrió que había bacterias que eran
resistentes a algunos antibióticos porque tenían unas proteínas
(enzimas) que rompían el antibiótico y así conseguían ser inmunes
a ese antibiótico concreto. De manera normal esa capacidad, esa
resistencia al antibiótico, la pasaban a las siguientes generaciones
que heredaban el ADN que codificaba para esas proteínas.
Lo que no era tan normal es que esa
información, ese ADN, pudieran pasarlo también a otras bacterias
que no lo tenían y por tanto no eran resistentes al antibiótico.
Resulta que pueden hacer copias de ese ADN (esas instrucciones para
sintetizar proteínas que rompan el antibiótico) y dárselas a otras
bacterias que, al tener ahora las instrucciones, pueden sintetizar
sus propias proteínas y volverse resistentes al antibiótico. Y
además las descendientes de estas nuevas bacterias resistentes
también lo serán. Me parece maravillosa esta capacidad de compartir
información y dotar de nuevas habilidades a otros individuos,
individuos que pueden ir coleccionando nueva información y por tanto
ir acumulando nuevas habilidades. Se pueden crear así bacterias con
resistencia a múltiples antibióticos.
Y esto no acaba aquí, no sólo pueden
pasarse ADN entre bacterias sino que también pueden tomar fragmentos
de ADN que encuentren por el medio, incluirlos en su colección de
información genética y utilizarlo. Esta habilidad se utiliza en
biotecnología para darles a las bacterias la información para proteínas
que queremos que sinteticen y así las utilizamos como mini fábricas
de proteínas; sin pagarles ni darles vacaciones, simplemente
dándoles un lugar donde vivir, las instrucciones y alimento. No sólo
pueden pasarse información para resistir antibióticos sino también
para crear otro tipo de proteínas, que les permitan consumir algún
tipo de producto y crecer comiendo algo que nos puede interesar a
nosotros que degraden, como plásticos y derivados del petróleo en
vertidos, por ejemplo.
Cuando estudié esto me quedé
fascinado por las bacterias, entre otras habilidades que tienen, me
pareció que el poder tomar información de otros individuos o del
medio y adquirir nuevas habilidades es algo genial y era una lástima
que nosotros no pudiéramos hacerlo... ¿o sí podemos? ¿Nosotros
podemos adquirir nueva información que no tenemos para realizar
nuevas actividades o adquirir nuevas habilidades?
Por eso me fascina el aprendizaje,
nuestra maravillosa capacidad de aprender, que viene del verbo
aprehender: agarrar, tomar para nosotros nueva información y hacerla
nuestra. Podemos aprender casi cualquier cosa que tenga una técnica,
podemos hacer casi cualquier cosa que otro ser humano sea capaz de
hacer, y más todavía, podemos combinar esas informaciones y
habilidades y desarrollar otras nuevas. Seamos conscientes o no,
somos maravillas. Disfrutemos nuestros poderes! :)
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