Vuelvo a incidir sobre esta especie de
gusto que no pasa de moda: vivir para contarlo. No entraré esta vez
en el hecho de hacer fotos a todo, ya lo comenté mis reflexiones
sobre ello en la entrada titulada consumiendo la vida. Esta vez
quiero tratar una sutil diferencia, una diferencia que puede
resumirse en tiempos verbales: VIVIR ¿en gerundio o participio?
Ya aviso que vuelve a ser una reflexión
absurda como tantas otras y que la gracia no está en leerlo o
pensarlo sino en vivirlo. Se ha desatado con esta sencilla frase: “El
mundo no está hecho, se está haciendo, y tú con él”. La he
encontrado en el libro “El camino de los sabios” de Walter Riso, en él trata de exponer aquellas ideas de los principales filósofos
clásicos, que él considera más útiles actualmente para aumentar
nuestra calidad de vida y nuestro crecimiento personal. Me están
gustando varias ideas y de momento sólo llevo 50 páginas.
Mi pregunta o reflexión es muy sencilla, ¿qué
tiempo verbal prima en nuestra vida? ¿Somos de participios? ¿De
hechos finalizados y pasados? ¿Vivimos acumulando cosas y
experiencias en tiempo pasado y terminado? Creo que en ocasiones
vivimos cosas que saboreamos o disfrutamos más o menos poco por
llegar a alcanzar el título, por superar la etapa y poder almacenar
el galardón. Por ejemplo: soy licenciado, parece que es lo que tiene mérito, que te estés licenciando se
asocia a esfuerzo, a incompleto y en ocasiones le restamos valor. Parece que lo que vale es lo que has acabado, no aquello que estés
haciendo ahora. Parece que adquirir experiencia en un campo no es
algo de lo que enorgullecerse hasta que no llegue el momento en el que
puedas ostentar el título.
Cómo ya reflexioné en otra ocasión,
pasamos más tiempo en los caminos que en las metas, no nos paramos a
vivir en las metas, sino que vivimos en los caminos. Así visto
considero que es más sensato poder disfrutar de los caminos que de
las metas, puesto que estas no son donde mayor tiempo de vida
pasamos. Buscando un ejemplo creo que es como elegir un gran hotel
para un par de noches y vivir en resto del año durmiendo en pensiones.
Si bien ciertas metas son soportes que nos permiten acceder a nuevos
caminos y creo que por eso perseguimos alcanzar esas metas, porque
nos abren puertas a nuevos caminos que queremos recorrer, o eso
creemos desde aquí.
Esto sería vivir en participios,
esperar a completar procesos para poder disfrutarlos o
contabilizarlos. Existe otra opción que es probar los gerundios:
viviendo, aprendiendo, haciendo, descubriendo, construyendo, creando,
experimentando. Vivir procesos en desarrollo en vez de procesos
finalizados o títulos. Y la vida creo que mayoritariamente es
gerundio, es como la frase que dice el movimiento se demuestra
andando, la vida se demuestra viviendo; la vida es un proceso que se
experimenta, no es un estado. Podemos filosofar sobre ello todo lo
que queramos por el simple placer de hacerlo o procurando mejorar
mediante el conocimiento la experiencia de la vida.
Aunque solemos decir que “algo está
vivo”, visto así no sería lo más correcto, lo más adecuando es decir
que algo vive o esta viviendo. Vivir no puede ser un título ni un
estado que se alcanza, vivir es un proceso. Muerto es un estado, la
muerte es estable, se alcanza y se mantiene, la vida es inestable, la
vida es equilibrio, es dinámica y cambia constantemente, lo que no
cambia está muerto, vivir es un proceso, vivir se experimenta en
gerundio.
Simplemente una reflexión que sirva
como recuerdo sobre estas pequeñas diferencias, algo que quizás nos
permita disfrutar más la vida durante los procesos sin tener que
esperar, aspirar y únicamente valorar el proceso terminado, el
estado y título adquirido. No pensemos en nosotros sólo como
nuestros estados terminados y estables, sino como procesos, como
desarrollos, como movimientos, crecimientos y avances, somos
organismos vivos, estamos viviendo, respirando, creciendo, cambiando.
Aunque hayamos alcanzado algunos títulos no nos limitemos sólo a
ellos, ampliemos nuestra consideración a todo el abanico de procesos
dinámicos en los que estamos inmersos y que estamos experimentando
constantemente. No somos procesos terminados, somos procesos en
constante desarrollo y mejora, disfrutemos nuestros procesos y
caminos!
Quizás ha sido una reflexión un poco
enrevesada, espero que hayas podido servirte de algo, no te preocupes
si no es así, quizás dentro de un tiempo estas palabras tengan algún
sentido para ti. En caso de duda, disfruta lo que puedas :)